Huracán Michael golpea con fuerza noroeste de Florida

Huracán Michael golpea con fuerza noroeste de Florida

Huracán Michael golpea con fuerza noroeste de Florida

El huracán Michel descargó toda su fuerza en la costa del extremo noroccidental de Florida,

PANAMA CITY, Florida, EE.UU.- El poderoso huracán Michael arremetió el miércoles contra la franja del noroeste de Florida con vientos de hasta 250 kilómetros con hora que despedazaron casas y sumergieron vecindarios, para luego continuar su sendero de destrucción por el sureste de Estados Unidos.

Se trata del huracán de mayor fuerza en impactar Estados Unidos continental en casi medio siglo, y ya provocó la muerte de al menos una persona.

Luego de ganar fuerza debido a un mar inusualmente cálido en el Golfo de México, el huracán de categoría 4 golpeó poco después del mediodía cerca de Mexico Beach, una comunidad turística ubicada en la costa a la mitad de una franja de 320 kilómetros (200 millas) en el noroeste de Florida con pocos habitantes, playas de arena blanca, pueblos pesqueros y bases militares.

Después de azotar la región, Michael ingresó al sur de Georgia como una tormenta de categoría 3, la más poderosa que se tenga registro en ese estado.

El meteoro golpeó la costa de Florida con lluvias laterales, ráfagas poderosas y fuertes olas. Inundó calles y muelles, derribó árboles, esparció ramas y hojas, dejó sin electricidad a más de 388.000 hogares y comercios, destrozó marquesinas y envió tejas por los aires. Se escucharon explosiones, al parecer causadas por transformadores.

Un residente de Florida murió luego de que un árbol cayera sobre su casa, informó la portavoz de la policía del condado Gadsden, Anglie Hightower.

Señaló que las autoridades recibieron un reporte la tarde del miércoles de un hombre atrapado, pero las cuadrillas de rescate tuvieron problemas para llegar al lugar debido a los escombros y árboles caídos que bloqueaban los caminos. Las autoridades aún no confirman el nombre de la víctima. Se registraron daños extensos en Panama City, incluyendo árboles arrancados de raíz y caída de cables eléctricos en prácticamente todo el lugar.

Los techos fueron arrancados y varias casas quedaron destruidas por los árboles caídos. En el suelo podían verse señalamientos torcidos.

Los residentes salieron al atardecer para evaluar los daños una vez que finalizó la lluvia, aunque con el cielo aún nublado. Vance Beu, de 29 años, se quedó en el apartamento de su madre, en un pequeño complejo de viviendas de madera.

Un enorme pino abrió un hueco en su techo y dijo que la tormenta sonaba como una turbina de avión conforme el viento aceleraba. Incluso se le taparon los oídos ante la baja presión.

«Sinceramente fue horrendo. Había mucho ruido. Pensamos que las ventanas se romperían en cualquier momento. Protegimos las ventanas por dentro colocando colchones», relató.

Kaylee O’Brien estaba llorando al revisar los restos del apartamento que compartía con tres compañeros en Whispering Pines, en donde se respiraba el aroma de los pinos rotos por el viento.

Cuatro árboles chocaron contra el techo de su apartamento y estuvieron a punto de impactar a dos personas. Su gata siamesa de un año, Molly, está desaparecida.

«No la hemos visto desde que el árbol chocó contra la casa. Es mi bebé», dijo O’Brien entre lágrimas.

El gobernador Rick Scott anunció poco después de que el vórtice de la tormenta ingresara a tierra que las «agresivas» labores de búsqueda y rescate apenas iniciaban y llamó a la población a mantenerse alejada de los caminos.

«Si usted y su familia lograron permanecer a salvo después de la tormenta, lo peor que pueden hacer ahora es actuar despreocupadamente», destacó.

Dado que el huracán seguía golpeando al estado horas después de tocar tierra y que las condiciones eran demasiado peligrosas para que equipos de búsqueda y rescate salieran, no había reportes inmediatos de más muertos o lesiones serias. Michael era un fenómeno meteorológico que pasó rápidamente de una depresión tropical el fin de semana a una poderosa tormenta de categoría 4 la mañana del miércoles.

Es el huracán más poderoso que pega en la zona de Florida conocida como Panhandle del que se tenga registro. Se emitieron órdenes de desalojo para más de 375.000 personas en la costa del Golfo de México.

Sin embargo, la tormenta que rápidamente se fortalecía y movía, dio poco tiempo a la gente para prepararse, y las autoridades de emergencia lamentaron que muchas personas ignoraron las advertencias, ya que al parecer pensaron que podían resistir la tormenta.

Diane Farris, de 57 años, y su hijo caminaron a una escuela convertida en albergue cerca de su casa en Panama City, y encontraron 1.100 personas en un espacio para la mitad de ese cupo. Ni ella ni su hijo tenían forma de comunicarse porque su único celular se mojó y dejó de funcionar.

«Me preocupo por mi hija y nieto. No sé dónde están», afirmó la mujer mientras sollozaba. Los vientos huracanados se extendían 75 kilómetros (45 millas) del vórtice de Michael.

Según los meteorólogos, las precipitaciones podrían llegar a 30 centímetros (un pie). Además de tener que lidiar con marejada ciclónica potencialmente letal.

Una estación de nivel de agua en Apalachicola, cerca del punto donde Michael ingresó a tierra, reportó marejada ciclónica de 2,5 metros (unos 8 pies).

Basado en su presión barométrica interna, Michael ha sido el tercer huracán más poderoso en golpear Estados Unidos continental, atrás de la tormenta sin nombre del Día del Trabajo en 1935 y Camille en 1969.

Según la velocidad de sus vientos, es el cuarto más fuerte después de las mismas dos tormentas y de Andrew en 1992. Parece tan poderoso que se prevé que conserve fuerza de huracán hasta la mañana del jueves mientras avanza sobre Georgia.

Los meteorólogos dicen que seguirá con vientos y lluvias devastadores hasta que llegue a las Carolinas, que todavía se recuperan de las históricas inundaciones del huracán Florence. En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dijo que el gobierno está «absolutamente preparado para esta tormenta».

«Dios los bendiga a todos porque será dura», dijo. «Muy peligrosa». Conforme la tormenta se intensificaba, los meteorólogos veían imágenes satelitales con completo asombro.

«Estamos en territorio desconocido», escribió en Facebook el meteorólogo Dennis Feltgen del Centro Nacional de Huracanes.

«El archivo histórico, que llega hasta 1851, no tiene registrado que un huracán de categoría 4 golpeara el noroeste de Florida». Es probable que la tormenta desate un debate sobre calentamiento global.

Los científicos dicen que el calentamiento global es responsable de que sea más frecuente e intenso el clima extremo, como tormentas, inundaciones, sequías e incendios. Sin embargo, sin estudios extensos no pueden vincular directamente un solo evento al cambio climático.

A menos de un mes de que se realicen las elecciones de medio periodo, la crisis ha sido considerada una prueba para el liderazgo del gobernador de Florida Rick Scott, un republicano que se postula para el Senado, y para el alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum, el contendiente demócrata para gobernador.

Así como los políticos del norte son juzgados según su manejo de las nevadas, sus homólogos del sur son observados muy de cerca por su forma de lidiar con huracanes.



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