Debido a que los vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden por 225 kilómetros (140 millas) desde el centro de Ian, se prevén daños en una amplia zona de Florida.
LA HABANA .- El huracán Ian ganó fuerza rápidamente el miércoles ante la costa suroeste de Florida, con vientos máximos de hasta 250 km/h (155 mph), y rozaba la peligrosa categoría 5.
Ian tocó tierra en la provincia cubana de Pinar del Río, donde las autoridades habilitaron 55 refugios, evacuaron a 50.000 personas y tomaron medidas para proteger los cultivos en la principal región productora de tabaco del país.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) dijo que Cuba sufrió “secuelas considerables por los vientos y marejadas ciclónicas” cuando el huracán azotó la isla con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora (125 millas por hora). Se pronostica que Ian adquirirá más fuerza sobre el Golfo de México y que alcanzará vientos máximos de 209 km/h (130 mph) a medida que se acerque a la costa suroeste de Florida, donde se ordenó a 2,5 millones de personas desalojar sus viviendas.
Se prevé que los vientos con fuerza de tormenta tropical empiecen a llegar al sur de la península el martes por la noche, seguidos por vientos huracanados el miércoles, cuando el ojo habrá de tocar tierra firme.
Debido a que los vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden por 225 kilómetros (140 millas) desde el centro de Ian, se prevén daños en una amplia zona de Florida.
De momento no estaba claro dónde exactamente tocará tierra Ian. Su trayectoria exacta podría determinar la gravedad de la marejada en Tampa Bay, dijo Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami.
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Si Ian toca tierra en el sur de la bahía, sus efectos podrían ser “mucho menos graves”, señaló McNoldy. Gil González tapió sus ventanas con madera contrachapada el martes y tenía listos sacos de arena para proteger su hogar en Tampa.
Él y su esposa se habían abastecido de agua embotellada y empacado linternas, paquetes de baterías para sus teléfonos y una estufa portátil antes de desalojar su casa. “Todas las posesiones preciadas las hemos puesto arriba en la casa de un amigo y en las cercanías, y tenemos el auto repleto”, dijo González a su salida. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, pidió a la gente prepararse para apagones prolongados y alejarse de la posible trayectoria de la tormenta.
“Es una tormenta fuerte, va a arrojar mucha agua durante su llegada“, comentó DeSantis en una conferencia de prensa en Sarasota, una ciudad costera de 57.000 habitantes que podría ser afectada por Ian. “Y van a terminar con una marejada significativa e inundaciones realmente considerables.
Y ese tipo de marejada ciclónica es peligrosa”. Afirmó que unos 30.000 trabajadores del sector eléctrico están listos en diversos puntos del estado, pero que podrían tardar días en llegar sin peligro hasta donde se encuentren algunas líneas de transmisión caídas.
DeSantis dijo que se habían abierto cerca de 100 refugios para el martes por la tarde, y se tiene previsto abrir más. Comentó que la mayoría de los edificios de Florida son lo suficientemente sólidos para soportar el viento, pero que las inundaciones suponen el mayor peligro que enfrentan los 2,5 millones de personas a las que se ha ordenado evacuar.
Cientos de personas estaban siendo desalojadas de varios asilos para ancianos en el área metropolitana de Tampa, donde los hospitales también estaban reubicando a algunos pacientes. Los aeropuertos de Tampa, St. Petersburg y Key West estaban cerrados.
El parque temático Busch Gardens en Tampa cerró en antelación a la tormenta, mientras que parques temáticos de Orlando, como Disney World y Sea World, planeaban cerrar miércoles y jueves. Se pronosticaba que Ian perderá velocidad sobre el Golfo de México, lo que permitiría que el huracán aumente su fuerza y su tamaño.
Las alertas de huracán se ampliaron el martes para cubrir aproximadamente 350 kilómetros (220 millas) de la costa oeste de Florida. La zona incluye Fort Myers, así como Tampa y St. Petersburg, que podrían recibir el primer impacto directo de un huracán de categoría 3 o mayor desde 1921. Los meteorólogos dijeron que la marejada ciclónica podría alcanzar los 3,6 metros (12 pies) si alcanza su punto máximo en la marea alta.
Las lluvias cerca de la zona de entrada en tierra podrían superar los 46 centímetros (18 pulgadas). También dijeron que existe el peligro de que ocurran tornados en algunas partes de Florida a medida que se acerque la tormenta.
Los periodistas de The Associated Press Cody Jackson, Freida Frisaro, Anthony Izaguirre, Mike Schneider, Seung Min Kim, Seth Borenstein, Bobby Caina Calvan y Julie Walker contribuyeron a este despacho.