Se enfrentaba a una pena de hasta 17 años en prisión por cargos fiscales y debía presentarse a una audiencia de sentencia el 16 de diciembre.
Pero el indulto presidencial “total e incondicional”, otorgado por su padre, significa que Hunter Biden no enfrentará una sentencia y evitará la cárcel.
Hunter, de 54 años, fue condenado en junio por posesión ilegal de un arma de fuego y por mentir sobre su consumo de drogas al comprar el arma.
Esa condena conlleva una pena máxima de 25 años, pero se esperaba que enfrentara una pena más corta de hasta 16 meses.
En un caso separado, en septiembre, Hunter se declaró culpable de nueve cargos fiscales federales: falsificación de registros y no presentar declaraciones.
Les invitamos a leer: Biden indulta a su hijo Hunter a pesar de sus promesas previas de no hacerlo
Los juicios en su contra hicieron pública la adicción al crack y al alcohol del hijo del presidente estadounidense así como su comportamiento imprudente, sus gastos desmedidos y las varias polémicas de su historial profesional.
Y aunque los delitos fueron cometidos antes del mandato de su padre, Hunter Biden se convirtió en el primer familiar directo de un presidente en ejercicio en afrontar un juicio penal.
¿Quién es Hunter Biden y por qué es tan polémico?
Tragedias, adicciones y sospechas de tráfico de influencias
A sus 54 años, Hunter Biden arrastra un pasado en el que se intercalan tragedias, adicciones y sospechas de tráfico de influencias.
Hunter fue criado en una familia donde todos trabajaban para contribuir a la carrera política de Joe Biden.
En 1972 su padre, de apenas 29 años, compaginaba su campaña electoral para el Senado por el estado de Delaware con la crianza de los tres hijos que tenía con su esposa Neilia: Beau, de 3 años; Hunter, de 2; y Naomi, que aún era una bebé.
Biden se encontraba en Washington DC cuando su familia, que iba en un auto a comprar un árbol de Navidad en Delaware, sufrió un accidente de tráfico. Neilia y Naomi murieron.
Beau y Hunter resultaron heridos, pero sobrevivieron. Hunter ha contado en entrevistas más de una vez que el recuerdo más antiguo que tiene es el de despertarse en el hospital y oír a su hermano susurrarle: «Te quiero, te quiero».
Al mes siguiente, Joe Biden asumió el cargo de senador en el mismo hospital, al lado de la cama de su hijo Beau.
Una carrera que levanta sospechas
Hunter creció recordando a Neilia como mommy (mamita) y llamando mom a Jill Jacobs, la mujer con quien su padre se casó en 1977.
Él y su hermano pasaban mucho tiempo en el Senado, sentándose en el regazo de su padre mientras este trabajaba o jugando en las oficinas de otros senadores, como le contó a la revista The New Yorker para un reportaje publicado en 2019 con el título: «¿Pondrá en peligro Hunter Biden la campaña de su padre?».
Hunter se graduó de la Universidad Georgetown con un título en Historia en 1992, tras compaginar sus estudios con varios trabajos no cualificados con los que contribuía a sus gastos de manutención.
Al año siguiente, hizo un voluntariado en el Cuerpo de Voluntarios Jesuita de Oregón, donde conoció a Kathleen Buhle, con quien se casó a los pocos meses y tuvo una hija. Con los años, la familia aumentó con la llegada de otras dos niñas.
Después de casarse, ingresó en la Escuela de Derecho de Georgetown para trasladarse luego a la de Yale, donde no había conseguido entrar directamente.
La prensa estadounidense ha señalado durante décadas la relación entre los empleos de Hunter y los de su padre.
«Desde entonces [cuando se graduó de abogado], gran parte de la carrera de Hunter Biden ha coincidido con el trabajo de su padre como senador y vicepresidente», se lee en un reportaje publicado en julio de 2019 en el diario The Washington Post.
«Es cierto que muchos hijos de padres influyentes terminan con empleos muy buenos. Pero el caso de Biden es preocupante. Después de todo, es un senador que durante años ha sermoneado contra lo que según él es la influencia corrupta del dinero en la política», se leía en un artículo de 1998 de The American Spectator.
¿A qué se refieren? A puestos como el de vicepresidente sénior en el banco MBNA (uno de los mayores donantes de su padre en aquel entonces), el de lobista en el Congreso, o el de miembro de la junta directiva de la empresa ucraniana de gas natural Burisma Holdings poco después de que su padre (entonces vicepresidente de EE.UU.) ofreciera ayuda a Ucrania para que incrementara su producción de gas.
Frente a las sospechas de tráfico de influencias, padre e hijo siempre han defendido que no hablan el uno con el otro sobre sus trabajos.
«Esa narrativa que ha sido sugerida y desarrollada por el aparato político de derechas es falsa de manera demostrable», dijo Hunter sobre el caso Burisma Holdings en un comunicado enviado a The Washington Post.
Hunter se unió en 2014 a la directiva de esa empresa, la mayor compañía de producción de gas de Ucrania.
En el verano boreal de 2019, un militar denunció que el entonces presidente Donald Trump había presionado a su homólogo ucraniano para que colaborara en su intento de probar que Joe Biden había intentado, como vicepresidente, que se apartara de su cargo a un fiscal que investigaba supuestas irregularidades cometidas por su hijo en este país europeo, aunque sobre el fiscal en cuestión pesaban sospechas de connivencia con la corrupción.
El asunto acabó provocando el primer impeachment (juicio político) contra Trump, al que se acusó de haberse valido de su cargo de presidente para dañar a un rival político, aunque finalmente el Senado -de mayoría republicana- lo exoneró.
Los negocios con China
En 2013, Hunter Biden asumió un puesto en la junta directiva de BHR, una firma de capital privado china, primero como miembro no remunerado y luego como propietario de una participación del 10% en el fondo.
La empresa se registró en Shanghái menos de quince días después de que Hunter volara con su padre en un viaje oficial de este como vicepresidente a China y se reuniera con el director ejecutivo de BHR, pero sólo para tomar «una taza de café», dijo más tarde el hijo del mandatario.
Después de que su padre dejara el cargo en 2017, Hunter se asoció con el magnate petrolero chino Ye Jianming en un proyecto de gas natural en Luisiana.
El acuerdo fracasó después de que Ye fuera detenido por las autoridades chinas acusado de corrupción y posteriormente desapareciera.
Drogas y alcohol
Pero Hunter Biden no solo generó polémica por su vida profesional, sino también por la personal.
En la entrevista con The New Yorker, el abogado y empresario habló abiertamente de la lucha contra su adicción a las drogas y el alcohol, una batalla que libra desde hace décadas.
Ha entrado y salido de varios centros de rehabilitación, ha recurrido al yoga y a la meditación, ha tomado medicinas para disminuir la ansiedad por la abstinencia y fármacos que causan náuseas cada vez que se consume alcohol.
Estuvo internado en una clínica de Tijuana, México, que ofrecía un tratamiento con ibogaína, una sustancia natural psicoactiva prohibida en EE.UU., y hasta participó en un programa que le obligaba a llevar consigo un alcoholímetro con cámara incorporada.
Sin embargo, ha recaído muchas veces a lo largo de su vida.
En 2013, por ejemplo, consiguió que la Marina lo admitiera pese a su edad. A los pocos meses, sin embargo, fue expulsado: el examen de orina que le practicaron el primer día de servicio dio positivo en cocaína.
Aunque en esa ocasión, Hunter negó haber consumido drogas y atribuyó los resultados a un cigarrillo que, dijo, le regalaron unos sudafricanos que conoció en la calle.
Su adicción al alcohol y a drogas como la cocaína y el crack dañó la relación con su esposa, que terminó de deteriorarse cuando, en 2015, el sitio web de noticias conservador Breitbart lo acusó de ser un usuario de Ashley Madison, un servicio de citas para gente casada.
Piratas informáticos habían atacado Ashley Madison, dando a conocer el nombre de muchos de sus usuarios. Uno de ellos era Robert Biden, quien según Breitbart, era Hunter, algo que este negó.
Otra pérdida y un escándalo
En sus recaídas, Hunter siempre contó con la ayuda de una de las personas más importantes en su vida: su hermano Beau.
Beau se perfilaba como el sucesor de Joe Biden en el legado político de su familia. «Estaba bastante seguro de que Beau podría haber postulado a la presidencia algún día y que, con la ayuda de su hermano, podría haber ganado», escribió Joe Biden.
Estas palabras las escribió en su libro «Prométeme, papá: un año de esperanza, dificultades y propósito», en el que el patriarca habla sobre lo duro que fue perder a su hijo mayor.
Beau murió en 2015. Los dos años previos había sido sometido a todo tipo de tratamientos para intentar eliminar un tumor cerebral hasta que falleció cuando le retiraron la asistencia respiratoria.
Según le dijo un antiguo asistente de la Casa Blanca a The New Yorker, pese a todos los errores que Joe Biden pueda haber cometido, lo que «parece redimirlo» ante sus votantes es «cómo responde a las tragedias y lo que aprende de ellas».
Su hijo Hunter, sin embargo, sufrió una recaída y se vio afectado por el escándalo de Ashley Madison al poco tiempo de la muerte de Beau.
Al ya no estar con Kathleen, comenzó a apoyarse en su cuñada, Hallie, con quien compartía la pérdida de Beau.
Al año siguiente, empezaron una relación que, si bien intentaron mantener en secreto por el escándalo que podía causar que estuviera saliendo con la viuda de su hermano, esta acabó saliendo a la luz.
A esto se sumó un proceso de divorcio amargo con Kathleen. Pero la relación con Hallie no duró mucho por, según él, las críticas constantes que recibían.
El caso de la pistola
Al subir al estrado en el juicio en Delaware a Hunter Biden en junio, Hallie Biden testificó que el hijo del presidente la había introducido al crack y comprado drogas en su presencia. También dijo que su uso frecuente lo dejaba «agitado» y «muy nervioso».
Dos meses después de un período en rehabilitación en 2018, Hunter Biden compró una pistola; lo que su equipo de defensa sostiene fue una compra impulsiva, bajo la presión del agresivo dueño de una tienda de armas.
Los fiscales dijeron que mintió en el formulario de solicitud de armas de fuego al afirmar que no estaba consumiendo drogas en ese momento. Los abogados de Hunter Biden argumentaron que él no se consideraba un adicto y que en ese momento estaba limpio.
Hallie Biden, quien dijo al tribunal que había confrontado a Hunter Biden por su consumo de drogas, encontró el arma y las municiones mientras limpiaba nuevamente «restos de crack y parafernalia [de drogas]» de su vehículo.
Ella describió cómo, en un momento de pánico, metió el arma en una bolsa de compras y la arrojó a un contenedor de basura, 11 días después de la compra del revólver.
«No quería que él se lastimara ni que los niños lo encontraran y se lastimaran», dijo.
Al final el arma desechada llegó a la policía local y al FBI, desembocando en el juicio en el que Hunter Biden fue hallado culpable.
La información de una ruptura «amistosa» entre Hallie y Hunter surgió en 2019, menos de una semana después de que Joe Biden lanzara su tercera candidatura a la presidencia.
Pocas semanas después, Hunter se casó con la cineasta sudafricana Melissa Cohen después de un vertiginoso romance de seis días. La pareja tiene un hijo.
Hablando en 2019 sobre su lucha contra la adicción, Hunter Biden dijo: «No te deshaces de ella. Uno descubre cómo lidiar con ella».
La computadora olvidada
Una computadora portátil abandonada por Hunter en un taller de reparación de Delaware y el contenido sórdido hallado de su disco duro también ocuparon un lugar destacado en la campaña presidencial de 2020.
El equipo de Biden argumentó en ese momento que se trataba de una «campaña de desprestigio» diseñada por desinformación rusa, pero el disco duro ha sido autenticado por los medios estadounidenses y el FBI lo tiene.
El análisis de su contenido proporcionó pruebas de los amplios ingresos de Hunter por su trabajo en China y Ucrania, así como pruebas de su consumo de alcohol y drogas.
Así, los problemas con la justicia de Hunter Biden se convirtieron en una distracción no deseada durante el mandato del presidente Biden.
Pero con su indulto “total incondicional”, el mandatario no solo le ahorró a su hijo la humillación de una condena, también lo salvó de lo que pudo haber sido una larga sentencia en una prisión federal.
Lea además: Millones de conductores combaten la nieve a su regreso de las fiestas del Día de Acción de Gracias