Polifacético, inquieto, íntegro, creativo, honesto, valiente, responsable.
Podría parecer exagerado atribuirle esas cualidades a una misma persona, pero en el caso de Huchi Lora me quedo corto. Y eso, que se trata de alguien con quien he tenido en el pasado serias diferencias conceptuales.
Aprovecho la coyuntura que me ofrece el estreno, dentro de pocos días, de su película El teniente Amado, para testimoniar mi admiración y respeto al distinguido colega que, entre otras cosas, ha incursionado con éxito en los diversos campos de la comunicación social, a través de la prensa escrita, la radio, la televisión, el Internet y ahora el cine.
Al momento de escribir estas notas no he visto todavía el filme basado en la historia real de los últimos días de Trujillo y la participación del teniente Amado García en el tiranicidio, pero no me cabe la menor duda de que se trata de una obra fuera de serie que romperá todos los récords de taquilla de la cinematografía nacional.
Orgulloso de ser su amigo, le adelanto a Huchi Lora el reconocimiento nacional que se merece y que ningún buen dominicano le regateará.
¡Felicidades, compañero!