Santo Domingo. – El Domingo de Ramos es una de las festividades más significativas de la Semana Santa, y es que marca el comienzo de la última etapa de la cuaresma, en la que se rememoran los últimos momentos de la vida de Jesucristo.
Este día se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, celebración que se distingue por una profunda carga espiritual, simbólica y litúrgica.
Significado
El Domingo de Ramos evoca el pasaje bíblico de la entrada de Jesús en Jerusalén, donde la multitud lo recibe con palmas y ramos de olivo, proclamando "¡Hosanna al Hijo de David!" (Mateo 21:9).
Este gesto de aclamación y veneración se convierte en un signo de la realeza de Cristo, aunque paradójicamente, esa misma multitud es la que más tarde exige su crucifixión.
El acto de tomar palmas o ramas de olivo, representan tanto la victoria como el sufrimiento que Cristo experimentaría en los días siguientes.
Las palmas, que se bendicen en las celebraciones litúrgicas, son llevadas por los fieles en procesión, siguiendo un ritual que no solo recuerda la entrada de Jesús en la ciudad santa, sino que invita a la reflexión sobre la humildad y el sacrificio.
Con el inicio de la Semana Santa, el calendario litúrgico invita a creyentes y no creyentes, a adentrarse en los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
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