Hora de la cooperación

Si la parsimonia resulta efectiva, que se la aplique, pero sin dudar a la hora de poner en práctica lo planificado para mejorar el tránsito, así sea en el Gran Santo Domingo.

Esto a propósito del inicio ayer de las primeras medidas con el propósito de imprimirle alguna fluidez al desplazamiento humano en la Capital.

Todos nos referimos al “tránsito” como si lo fuera todo en relación con la imposibilidad de moverse a cualquier hora, particularmente cuando la mayoría va al trabajo o cuando vuelve a casa.

La realidad es que el tránsito, el estacionamiento de vehículos de motor y uso de las vías públicas por parte de los que tienen talleres de cualquier cosa, pero particularmente de mecánica y negocios de compra y venta, también son parte de las causas del tapón permanente.

Ayer agentes de la Digesett realizaban en sectores céntricos del Distrito Nacional, algunas diligencias relacionadas con el reordenamiento anunciado, entre ellas la entrega de volantes con orientaciones sobre los cambios que serán aplicados e indicaciones a conductores sobre lugares en los que no deben estacionarse.

Este es un punto importante, porque sin la necesidad de desplazarse de un lugar, cualquiera que haya estacionado su medio de transporte puede hacer mucho para que tengamos calles y avenidas sin la debida fluidez.

Con vehículos parados durante horas a izquierda y derecha puede ser suficiente para que tengamos una calle obstruida.

Estas no son las únicas conductas medalaganarias de conductores de vehículos de motor ni tienen lugar únicamente en las grandes urbes, pero es donde más dañinas son, porque como todos conocemos, llegan prácticamente al punto de paralizarnos.

Ahora toca a las autoridades ser diligentes y nosotros, todos, cooperadores.