El Premio Nacional de Literatura, otorgado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio a Manuel Mora Serrano, con el aval de un colectivo de universidades y academias, pone en alto relieve la validez de un género de alta lectoría y preferencia en el continente, como la novela.
Manuel Mora Serrano pertenece a la estirpe de escritores que se consagran en el parnaso dominicano con apenas dos o tres obras publicadas.
En su caso es el autor de “El precio del fervor”, “Juego de dominó”, “Goeíza” y “Decir Samán”. Además, publicó “Historia de la literatura dominicana e hispanoamericana”, un libro que hace décadas se usó como texto en la escuela dominicana.
La ocasión es idónea para que el Estado, a través de los ministerios de Educación y Cultura, mediante la firma de un convenio de buena voluntad con el autor galardonado, se animen a implementar una logística nacional para que sea recibido en las escuelas, liceos y centros culturales, cuando las condiciones, fruto del coronavirus, lo permitan. Mediante una agenda de gira cultural, coordinada para esos fines, el autor entraría en contacto con una impresionante cantidad de estudiantes.
Esa iniciativa, por sí sola, se traduciría en un inolvidable contacto cultural y de motivación e incentivo a la lectura de primer orden. Sin duda sería de gran provecho, tanto para ellos como para el personal docente de su centro educativo.
En adición, el Ministerio de Cultura podría encaminar acciones administrativas que se traduzcan en una pensión vitalicia digna a todo escritor, con 60 años o más, que sea distinguido con el Premio Nacional de Literatura; y con ese objetivo podría estar dotada de un monto modesto de 100 mil pesos mensuales.
Y si ya el autor o autora, tiene una pensión menor, entonces se procedería a incrementarla a ese monto.
Una vez más, con este Premio Nacional de Literatura, se aquilata el valor y la trascendencia de las letras nacionales. Nuestra más cálida felicitación al galardonado escritor Manuel Mora Serrano.
