Santo Domingo.-La última década se ha caracterizado por escándalos de actos de falta de probidad en las empresas alrededor del mundo, desde el fraude de Enron y Bernard Maddof en EEUU hasta los más recientes de HSBC y WalMart en México; lo que ha llevado a las compañías a replantear la importancia que se le da tanto a la práctica de los valores en la misma como a la integridad de los empleados y sus motivaciones.
En la gestión del talento es importante desarrollar a la gente en cuanto a sus capacidades y competencias, siempre y cuando toda la actividad empresarial esté fundada en valores determinados.
De acuerdo a Fernando Sentíes, abogado y consultor por varios años en temas de ética y valores en la empresa Amitai Internacional, la gestión del talento humano es la clave en el crecimiento eficiente de una empresa por grande o chiquita que esta sea.
Honestidad, un gran valor
El experto destaca que en cualquier tipo de empresa, sin importar el tamaño, hoy por hoy estas dependen cada día más de la honestidad de sus empleados, ya que la gestión por valores se puede ver en empresas como Volkswagen que ha sido el caso más sonado en los últimos tiempos con estos escándalos, explicando que ya no es algo optativo, sino necesario para cualquier empresa.
Sentíes afirmó que uno de los requisitos indispensables que todas las organizaciones a nivel mundial como la OCDE , establecen en sus lineamientos es tener un código de conducta escrito, porque es la forma en que la empresa les hace saber a los empleados qué es lo que esperan en términos de conducta de ellos.
Sin código no se exige
Explicó que los códigos normalmente son específicos para cada empresa, los valores son diferentes y las expectativas también, pero todas las empresas deben tenerlo. Cuando una empresa, independientemente del tamaño y lugar, no tiene un código de conducta no puede exigir de los empleados un comportamiento determinado, porque no están obligados a adivinar lo que la empresa espera de ellos, por eso es indispensable tener ese código de ética, para establecer lineamientos de conductas orientadas tanto a los objetivos como a los valores de la empresa.
Explica que las empresas grandes pueden resistir el impacto más que las pequeñas, y aunque estas no salen en los diarios, lamentablemente todos los días cierran sus puertas porque fueron defraudadas por sus empleados.
Para poder identificar este tipo de empleados, el experto afirma que la clave que está comprobada estadísticamente y científicamente para elegir la persona correcta es el test de Amitai, hecho para que se pueda detectar a las personas potencialmente problemáticas, pero en el proceso de selección del empleo, porque una vez que entran y el dueño los acaba despidiendo por deshonestidad ya le costó mucho dinero.
“ Esta prueba ayuda a reducir entre un 85% y 95% de los riesgos de incidencia, pero además Amitai tiene otro test que se recomienda hacer periódicamente para monitorear los cambios de las personas a través del tiempo”, dijo.
Es decir que los esfuerzos no solo se reducen al proceso de selección, sino a monitorearlo durante el tiempo que pertenece a la empresa y esto es importante porque CAPMG, en su estudio del fraude dice que el 51 % de los fraudes se cometen por personas que tienen más de tres años.