Harto de su vida frenética de ser humano, Thomas Thwaites decidió echarse al monte, “convertirse en cabra” por unos días.
Aunque el londinense mencionó que en algún momento pensó en vivir como elefante, sin embargo al final lo rechazó, debido a que son especies que se parecen al humano, pues pueden volverse locos y sentir depresión. Thomas fue ayudado por Wellcome Truste, una fundación que se dedica a causas de salud.