Dominique, una mujer holandesa de 41 años, tiene como primer mandamiento el amor libre. Ella se enamora de quien quiere. Estuvo casada con su gato Doerack.
La relación duró ocho años y llegó a su fin porque el minino sufría una insuficiencia renal por la que fue sacrificado. Ahora Dominique tiene nuevo objetivo con la que formar una nueva familia: su perro Travis.
Por eso, su intención es contraer de nuevo matrimonio porque ‘su amor es incondicional.