Luego del fallecimiento repentino de su madre y nos confiesa que en el camino encontró su pasión por la estética.
Santo Domingo.-La situación económica y la falta de recursos conllevan a que muchas personas se dediquen a tener negocios informales en sus hogares, dejando a un lado los estudios para dedicarse por completo a buscar la manera de sobrevivir.
Este es el caso de Altagracia, madre soltera de dos, quien hace 12 años tuvo que buscar alguna alternativa que le permitiera seguir hacia adelante. Desde entonces se ha dedicado a trabajar de domingo a domingo.
Tuvo que hacerle frente a la vida luego del fallecimiento repentino de su madre y nos confiesa que en el camino encontró su pasión por la estética, lo cual la ha llevado a estudiar diferentes cursos técnicos, combinando la necesidad y el placer de hacer lo que le gusta. Desde entonces, su amor por esta área ha aumentado con el paso del tiempo.
Su centro utiliza las técnicas más eficaces e innovadoras: tratamientos anticelulitis; limpieza facial; masajes de tipo relajante y de reducción, depilación, botox, entre otros servicios.
La atención es personalizada, siendo la privacidad y seguridad de cada paciente pilares de su trabajo. Su mayor aliado en estos últimos años, ha sido sin lugar a dudas, las redes sociales.
«El tema de la belleza llama mucho mi atención, sobre todo la idea de ayudar a embellecer un cuerpo, sacando el mejor potencial de éste. Obtener buenos resultados y que mis clientes se marchen a casa felices es muy gratificante. Cuando comencé a trabajar me di cuenta que las posibilidades de desarrollarme en este mundo eran ilimitadas, sobre todo porque cada día aparecen nuevas y mejores técnicas de las que hay que aprender y te puedes perfeccionar», comentó.
Aconseja a toda persona que desee tener su propio negocio que luche por sus sueños y que trabaje con ahínco y responsabilidad para que pueda mejorar la economía de su hogar. Destaca que el cliente siempre debe ser atendido con respeto y buen servicio, “esto hablará mucho de tu trabajo”.
Sostuvo que la clave de su éxito ha sido «trabajar 28 horas», reconociendo que el día tiene 24 horas; nunca gastar más del 25% de lo que produce, reinvertir o ahorrar el resto y tener paciencia y calma, para esperar que las cosas se desarrollen, entendiendo que la desesperación es “la enemiga del éxito”.
Hace apenas tres meses que decidió reinventarse, trasladando su negocio a un local. Una cualidad que dice poseer y que la distingue en el oficio es la sonrisa con que recibe a sus clientes. Finalmente nos comenta que en el futuro le gustaría enseñar y formar a profesionales de la estética.
A través de los créditos, ha adquirido nuevos equipos necesarios para trabajar y estar siempre a la vanguardia del mercado, por lo que ofrece un servicio mucho más profesional a sus clientes.