Los médicos, que habían anunciado para esta semana un paro de 72 horas en los hospitales públicos, le dieron una tregua al Ministerio de Salud, que es lo mismo que decir al Gobierno, como una manera de abrir un espacio para las negociaciones, que empiezan el miércoles de esta semana.
Pero el anunciado paro de los médicos trajo la respuesta del expresidente Hipólito Mejía, a quien unos periodistas le pidieron su consideración acerca de la demanda de aumento de sueldos incluida entre los reclamos del Colegio Médico.
Su respuesta —a los médicos lo que hay que hacer es bajarles el sueldo— había recibido el fin de semana más atención en redes sociales y espacios de opinión que la apertura de negociaciones con el Gobierno.
Una salida
El expresidente Mejía sabe que no es posible para ninguna administración bajarle los sueldos a los médicos, pero los periodistas le habían hecho una pregunta y no los iba a dejar con las manos vacías. Los médicos también saben que ni siquiera quien hizo la afirmación se lanzaría por esa pendiente.
Y las enfermeras
Pero el anunciado paro de los médicos y la invitación del Gabinete de Salud a que no lo hicieran le debe de haber dado ánimo a otro gremio del mismo sector, el de la enfermería, que mañana inicia un paro de 48 horas por un incremento salarial de 80 %, mejoras en los hospitales y seguridad laboral.