Todos los hombres deben ver un urólogo a partir de los 40 años, debido a que la próstata inicia su aumento de tamaño.
Este incremento de tamaño puede obstruir el conducto por donde sale la orina (uretra) debido a que pasa a través del centro de la próstata.
José Victoria, urólogo de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que ese incremento puede incluso producir daño a nivel de la vejiga, las vías urinarias y los riñones, que de no ser corregido a tiempo puede ser irreversible.
Victoria señala que esto puede llegar a ocasionar una retención urinaria aguda, no poder orinar (taparse), lo que lleva al paciente a la emergencia para la posterior colocación de sonda vesical transuretral fija, con posibilidades de no poder pasarla y tener que colocar una suprapúbica hasta corregir el problema y que pueda volver a tener una micción normal.
“Este aumento de tamaño se cree que se debe a una acción de hormona sexual a medida que el hombre envejece”, dice al hablar sobre el tema.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo del agrandamiento de la glándula prostática son: envejecimiento, a partir de los 40 años de edad; antecedentes familiares, tener un pariente consanguíneo, como un padre o un hermano, con problemas de próstata, lo que significa que es más probable que padezca este tipo de condición; diabetes y enfermedad cardíaca; estilo de vida, la obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna, mientras que el ejercicio puede reducirlo, detalla el médico.
Complicaciones
Victoria describe que, entre las complicaciones que puede producir el agrandamiento prostático está la incapacidad repentina para orinar (retención urinaria).
“Es posible que el paciente necesite que le inserten un tubo (sonda) en la vejiga para drenar la orina. Algunos hombres con agrandamiento de la próstata requieren una cirugía para aliviar la retención urinaria”, apunta.
También están las infecciones urinarias, la incapacidad para vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo de infección en las vías urinarias. Si estas se presentan con frecuencia, es posible que requiera una cirugía para extraer parte de la próstata.
Asimismo, están los cálculos en la vejiga, estos generalmente se producen debido a la incapacidad de vaciarla completamente. Pueden causar infección, irritación, sangre y obstrucción del flujo de orina.
De igual manera, daños en la vejiga, si esta no se ha vaciado por completo, puede hacer que se estire y se debilite con el tiempo.
Como consecuencia de esto, la pared muscular ya no se contrae correctamente y eso hace que sea más difícil vaciarla completamente y hay daño renal debido al aumento de la presión en la vejiga, por la retención urinaria, que puede dañar directamente los riñones o permitir que las infecciones en la vejiga lleguen a ellos.
Diagnóstico
El especialista puntualiza que se realizan tres pasos para la evaluación prostática de rutina, el tacto rectal, sonografía próstata transrectal y el PSA, que es la prueba de la próstata en sangre.
Tratamiento
“Hay una amplia variedad de tratamientos disponibles para el agrandamiento de la próstata, entre ellos, cirugía mínimamente invasivas y cirugía abierta.
La mejor opción depende de varios factores: el tamaño de la próstata, edad, salud general y el grado de molestias o trastornos que estás padeciendo”, señala Victoria.
Añade que si los síntomas son tolerables, se puede optar por posponer el tratamiento y simplemente vigilar los signos.
Para algunos hombres, los signos pueden aliviarse sin tratamiento.
Medicamentos
El urólogo asegura que los medicamentos son el tratamiento más frecuente para los síntomas leves. Agrega que dentro de las opciones están: alfabloqueantes, inhibidores de 5-alfa reductasa o terapia combinada, y también está el tadalafilo de 5 miligramos.
La cirugía mínimamente invasiva o abierta es otra opción. Esta se puede recomendar si el paciente tiene síntomas de moderados a graves y los medicamentos no han aliviado los síntomas, ya que puede existir una obstrucción de las vías urinarias, cálculos en la vejiga, sangre en la orina, los problemas renales o si prefiere un tratamiento definitivo.
Efectos secundarios
Cualquier tipo de procedimiento en la próstata puede producir efectos secundarios.
Las complicaciones pueden consistir en: semen que fluye hacia atrás dentro de la vejiga en lugar de salir del pene durante la eyaculación (eyaculación retrógrada), dificultad temporal para orinar, infección de las vías urinarias, sangrado, disfunción eréctil y, muy raramente, pérdida de control de la vejiga (incontinencia urinaria).