Democratic presidential hopeful Hillary Clinton (D-NY) speaks while her husband, former US President Bill Clinton watches, during services at Mt. Carmel Baptist Church, December 23, 2007, in Waterloo, Iowa. The Clintons attended church together before splitting up to campaign around Iowa. (Photo by David Lienemann/Getty Images) AFP =FOR NEWSPAPER, INTERNET, TELCOS AND TELEVISION USE ONLY=
Washington.– La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, admitió que su uso del correo electrónico cuando era secretaria de Estado “no tiene excusa”, pero, en cambio, dijo que la polémica sobre la Fundación Clinton no tiene ninguna base porque ella nunca dio un trato preferencial a sus donantes.
En una entrevista que emitió hoy la cadena CNN, Clinton aseguró que sus decisiones cuando era titular de Exteriores de EE.UU. (2009-2013) nunca estuvieron influidas por los intereses de quienes habían donado fondos a la fundación creada por el expresidente Bill Clinton, como sugieren varios informes de prensa recientes.
En cambio, afirmó que en el último año le han hecho “muchas preguntas” sobre su uso de un servidor privado de correo electrónico para asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado, y se ha dado cuenta de que cuando intenta “explicar lo que pasó” puede sonar como que está “tratando de excusar” lo que hizo. “Y es algo que no tiene excusa.
Quiero que la gente sepa que la decisión de tener una sola cuenta de correo electrónico fue mía. Me responsabilizo de ello. Me he disculpado por ello, y ciertamente haría las cosas de otra forma si pudiera”, subrayó Clinton en una conversación telefónica con CNN.
“Pero obviamente, estoy agradecida de que el Departamento de Justicia haya concluido que no había base para seguir indagando en este tema. Y creo que el público está considerando todo mi historial y mi experiencia a medida que toman su decisión” sobre por quién votar en las elecciones presidenciales de noviembre, agregó.
La candidata demócrata negó, en cambio, que hubiera conflictos de intereses entre su participación en la Fundación Clinton y en el Departamento de Estado. “Mi trabajo como secretaria de Estado no estuvo influenciado por actores externos.
Tomé decisiones políticas basándome en lo que creía que era lo correcto, que mantendría seguros a los estadounidenses y protegería los intereses de EE.UU.”, defendió.
En particular, desacreditó un informe publicado esta semana por la agencia estadounidense AP que indicó que, de los 154 individuos con intereses privados (no representantes de Gobiernos) con los que ella se reunió como secretaria de Estado, al menos 85 habían donado o prometido donar dinero a la Fundación Clinton o a alguno de sus programas.
“Hay mucho humo, pero no hay nada de fuego. Si ponemos en contexto este informe de AP, es algo que excluye las casi 2.000 reuniones que tuve con líderes del mundo, los incontables otros encuentros que tuve con funcionarios de EE.UU. cuando era secretaria de Estado.
Se centró en una porción muy pequeña de mi tiempo”, dijo. Clinton consideró “absurdo” que se argumente que sus reuniones con gente como “Melinda Gates o el ganador del Premio Nobel (bangladesí) Mohamed Yunus se debieran a conexiones con la fundación en lugar de a su estatus como líderes globales altamente respetados».
No obstante, la candidata esquivó la pregunta de por qué no se desvinculó de la fundación cuando era secretaria de Estado pero sí ha decidido hacerlo ahora que compite por la Presidencia, y se limitó a indicar que si llega a la Casa Blanca habrá “circunstancias excepcionales” que requieren que corte esos lazos.
El candidato republicano, Donald Trump, ha convertido la polémica sobre la Fundación en un caballo de batalla y ha llegado a pedir el cierre de la organización caritativa, además del nombramiento de un fiscal especial para que investigue posibles conflictos de intereses durante el periodo de Clinton como secretaria de Estado.