SANTO DOMINGO.- Los dos hermanos dominicanos liberados el pasado viernes tras seis días secuestrados en Haití, afirmaron que fueron amenazados de muerte, que los captores estaban fuertemente armados y que en una ocasión los “amarraron de una manera muy brutal” con alambres.
Maicol Enrique y Antonio Gerer Campusano Féliz, técnicos de cine, fueron secuestrados junto a su intérprete haitiano Junior Albert Augusma, quien trabaja para la productora de cine Muska Group, que contrató a los dominicanos para una película y quien también fue puesto en libertad.
Aseguraron que estaban amenazados al momento de realizar videos que circularon en redes sociales.
Los captores exigían a la productora de cine 3 millones de dólares por la liberación de los secuestrados, aunque no está claro si se llegó a pagar el rescate. “Nunca” tuvieron contacto con sus familiares aunque sí con los responsables de la productora que les contrató, agregó Maicol Enrique.
También argumentan que, a lo mejor, el objetivo del secuestro era presionar al Gobierno haitiano o robar una planta eléctrica que tenía el equipo de producción, cuyo destino dijo desconocer.
“Siempre orábamos, siempre nos hincábamos a orar”, subrayó el técnico de cine, quien afirmó que “fue duro” el cautiverio.
No regresar a Haití
De momento, afirmó, no regresará a Haití, pidió a sus compatriotas en ese país cuidarse y agradeció el apoyo y solidaridad del Gobierno dominicano. De acuerdo con algunos medios, los dos fueron trasladados a la República Dominicana en un helicóptero del Ministerio de Defensa local, tras dos días de interrogatorios por parte de la Policía Judicial de Haití.
Este domingo, los hermanos Campusano Féliz “fueron conducidos por la Policía haitiana a la embajada dominicana en Puerto Príncipe y recibidos en perfecto estado de salud por el embajador Faruk Miguel”, según explicó la Cancillería dominicana en un comunicado.
El rapto del grupo se produjo cuando iban en un convoy de vehículos, en el viaje de regreso a Puerto Príncipe tras rodar escenas para una película en la ciudad de Jacmel, en la costa caribeña de Haití.
Hasta el momento no se ha explicado en qué condiciones fueron liberados los tres secuestrados ni si se pagó un rescate por ellos.
Los secuestros se han vuelto muy frecuentes en Haití en el último año, se producen a diario y de forma indiscriminada, afectando desde empresarios hasta niños en edad escolar.
En respuesta, la comunidad civil ha realizado varias manifestaciones sin que hasta la fecha se haya podido erradicar el mal que, al parecer, está organizado e instalado en una zona específica.