Santo Domingo.-La nueva modalidad que utilizan algunos desaprensivos para estafar a las personas mediante las redes sociales o correos electrónicos es la excusa de que son refugiados.

Además de estar en el otro extremo del mundo, a su historia les ponen el atractivo de que poseen una “súper” herencia a la cual no pueden tener acceso por necesitar un supuesto representante internacional.

Él o la estafadora envía un correo en el que narra la situación que viven a pesar de tener la ostentosa herencia. Aquellos que muerden el “anzuelo” inician una conversación por la vía que les contactan, que puede ser por el Facebook o correo electrónico.

Juan Moronta (nombre ficticio) recibió un correo hace más o menos un mes. La curiosidad lo llevo abrirlo y leyó el mensaje que le envió Jennifer Marius desde el África Occidental, específicamente desde la República de Costa de Marfil (en francés: République de Côte d’Ivoire).

La joven en su carta le narró la circunstancia por la que atraviesa y de cómo necesitaba un “representante internacional” para poder acceder a la fortuna.

Para dar más credibilidad a su historia, tras un mes de conversación por la vía electrónica, ella le envió documentos escaneados que daban soporte a su versión. 

Moronta, aún incrédulo, buscó asesoría con un amigo abogado, quien le confirmó la información que le había enviado la chica y corroboró todos los datos que ella le mandó.

La herencia de más de seis millones de dólares sería transferida al país, pero para ser tocados deberá esperar que ambos estén juntos aquí.