Muchos no se han dado cuenta, pero estamos en el umbral de una larga, pero muy larga actividad política que consumirá, sin duda alguna, grandes recursos y energía en perjuicio del aparato productivo nacional.
Veamos por qué.
Definidas ya las candidaturas de los diferentes partidos para los cargos congresuales y municipales en todo el territorio de la República, y faltando solo dos meses y medio para las elecciones, se puede dar por seguro que habrá un gran despliegue publicitario en cada rincón del país, hasta la saturación.
Pero no se crea -¡oh, desilusión!- que una vez terminado el mencionado torneo electoral la paz volverá a arroparnos con su dulce manto, porque y esto es un pronóstico- estoy seguro de que al día siguiente de los comicios, o sea el mismísimo 17 de mayo de 2010, comenzará oficiosamete la otra gran campaña, la presidencial, que durará hasta mayo de 2012.
No me cabe la menor duda de que así será. Y ya que hablamos de pronósticos, me arriesgo a vaticinar que, si Leonel Fernández mantiene su anunciado propósito de no postularse esta vez para la Primera Magistratura, la contienda se polarizará entre Miguel Vargas Maldonado por el PRD y Danilo Medina por el PLD. Los demás (algunos muy buenos, otros muy malos) tendrán que seguir madurando, creciendo y esperando.
Como se puede apreciar, lo que nos espera por los próximos dos años es una verdadera hemorragia política.