Hoy al abrir mis ojos a un nuevo día mi primer pensamiento fue dar gracias a Dios por darnos la oportunidad de verlo y por la sabiduría de entender que este momento lo vivimos gracias a Él.
Llega a mi su Palabra cuando a través del apóstol Pablo, en Filipenses 4:6 dice: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracia¨. Esas palabras entrañan muchas verdades que tienen un gran sentido en el orden espiritual por ser más amplio y que Jesús en su sabiduría, en muchas oportunidades quiso legárnoslo, instándonos aplicarla en nuestro andar por esta tierra. Es un llamado a vivir de la mano con el Señor.
Lo primero es que si dependemos de Dios, no tenemos que preocuparnos tanto, sino ocuparnos en lo que nos toca, pues él sabe de qué tenemos necesidad y ha prometido suplirlas.
Dios a través de sus profetas y luego por medio de su Hijo Jesús, nos ha enseñado acerca de buscar el reino de Dios y su justicia que lo demás viene por añadidura, nos ha instado a ¨orar sin césar¨, presentándole nuestras necesidades, esto sin dejar de hacer lo que nos corresponde como entes de la sociedad.
¨Por nada estéis afanosos¨ indica confianza y dependencia total del que hizo los cielos y la tierra y que tiene contados hasta la última hebra de nuestro cabello; es conocer la transitoriedad de esta vida y trabajar para la que no perece,
¨Por nada estéis afanosos¨ es la palabra clave para ver los demás con ojos de misericordia, porque nuestro tesoro no está en el oro ni la plata, trabajamos para sostenernos y tener una vida tranquila y con calidad, pero no somos esclavos de la ambición, porque sabemos que el todopoderoso Dios nos ha dado promesa de cuidar de nosotros por siempre.
¨Por nada estéis afanosos¨, nos lo dijo él único que tiene potestad de ver el segundo siguiente de nuestras vidas y dueño de nuestros días y definitivamente, para poder disfrutar el tiempo aquí, debemos aplicar su consejo, el no afanarnos tanto nos da paz, disfrute pleno del tiempo presente, confianza en el futuro y total dependencia de la fuente de sabiduría que es Dios.
Si de algo debemos afanarnos es de buscar su rostro pidiéndole, ver con sus ojos y sentir con su corazón.
Que el Señor y Dios te bendiga!!