No hay que ser un genio para saber que en el deporte dominicano, en especial en su máxima dirigencia asentada en en Comité Olímpico, nada anda bien desde hace mucho tiempo, sin que se perciba una solución.
La suspensión por 20 años que se le aplicó ayer a los principales miembros de la Federación de Tiro de Precisión, es solo una pequeña muestra de lo que ha estado ocurriendo en el seno de ese organismo.

No es posible que una entidad afiliada al COD, conspire en forma tan descarada, al punto de poner en peligro el uso de los recursos que se necesitan para llevar la delegación nacional a los Juegos Panamericanos de Chile, 2023, tras cometer la osadía de embargar las cuentas bancarias destinadas al logro de ese objetivo.

Apoyo en todas sus partes las sanciones adoptadas, pero que nadie crea que con ellas se detendrá la grave crisis interna en el COD.

Todo indica que hay un resquebrajamiento de la disciplina, lo que conlleva a que se halla perdido por completo la razón de quienes forman parte del mismo.

Hay que recordar que hay otras federaciones que están en guerra abierta con el Comité Olímpico, y que también deben tener un as bajo la manga, al considerar que están siendo objeto de represalias injustificadas
Es una lástima que la indisciplina esté floreciendo a pasos de gigante, sin que se vislumbre una solución porque no hay un juez imparcial .

Lo que resulta inexplicable es que estos “levantamientos y bravuconadas” por parte de muchos dirigentes se estén produciendo con asiduidad durante esta gestión.

Hay que poner ojo avizor a esta delicada situación, porque si se deja que siga el curso actual, muy pronto podríamos estar viendo un descalabro total en lo institucional.