Hasta el momento nadie le ha podido encontrar una explicación lógica y válida al temor que está suscitado, incluso entre experimentados dirigentes deportivos con demostrada capacidad conciliadora, la negativa a intervenir en la profunda crisis que desde hace más de dos semana, arropa abiertamente a todas las estructuras del Comité Olímpico.

Este es un caso nunca visto, ya que en otras muchas oportunidades esos dirigentes que están siendo requeridos para que sean mediadores, lo habían hecho sin ningún inconveniente de otras crisis, aunque quizá no con la misma profundidad que la actual.

Habría que preguntarse, cuales serán las razones que esgrimen para que hayan rechazo en forma tan tajante, ser parte de una posible solución a esta penosa situación, provocada por dirigentes que solo buscar proteger intereses individuales y grupales.

También hay que cuestionar las reales intenciones y el compromiso que tienen los hoy integrantes del Comité Ejecutivo del COD, con el desarrollo del deporte nacional, porque no se concibe que conociendo todos, los catastróficos efectos que podría acarrear esa crisis, se mantengan como si nada estuviese sucediendo.

Eso es la mayor irresponsabilidad que cometen estos personajes del COD, a los que al parecer esa crisis, “ni les va ni les viene”.

Hay que recordarles a todos, que el Estado invierte todos los años, miles de millones de pesos para el desarrollo deportivo, y que una gran parte de ese dinero, es manejado por el Comité Olímpico.

Ante la irresponsabilidad ante ante esta crisis, sé que muchos deben también estar pensando, si esta gente del COD, merece estar administrando el dinero que aportan mediante el pago de impuestos al fisco.