Demonstrators chanting anti-government slogans during a protest to demand the president's resignation, in Port-au-Prince, Haiti, Saturday, Feb. 6, 2016. Top Haitian leaders negotiated an agreement to install a short-term provisional government less than 24 hours before President Michel Martelly was scheduled to step down, an official with the Organization of American States and local authorities announced Saturday. (AP Photo/Dieu Nalio Chery)
Puerto Príncipe.- Los haitianos se preparan para nuevos disturbios coincidiendo con la publicación de los resultados de la revisión de las polémicas elecciones presidenciales y legislativas del año pasado, efectuada por una comisión de verificación electoral.
Estaba previsto que el panel de cinco miembros, liderado por un empresario haitiano que fue embajador ante Estados Unidos, entregara el domingo sus recomendaciones al renovado Consejo Electoral Provisional del país.
La comisión hará llegar sus conclusiones al presidente interino del país en una ceremonia que se celebrará el lunes por la tarde en el Palacio Nacional. Funcionarios del gobierno no realizaron comentarios sobre la fecha en que podría hacerse público el informe.
El presidente de la Comisión, Pierre Francois Benoit, dijo que se auditará una muestra aleatoria del 25% de los 13.000 votos recogidos en centros electorales.
En los últimos días, pudo verse a un grupo de agentes de policía examinando las huellas dactilares de las boletas electorales. Queda por saber su los hallazgos de la comisión arrojarán luz sobre las elecciones del año pasado o si la clase política haitiana aceptará sus recomendaciones.
Robert Fatton, profesor de políticas en la University of Virginia y autor de “The Roots of Haitian Despotism”, de origen haitiano, dijo que las dudas y sospechas en torno a la comisión son un indicativo de que el impasse electoral en Haití podría agravarse.
“Creo que estamos ante un camino lleno de obstáculos”, explicó Fatton en un correo electrónico a The Associated Press.
En los últimos días, varias embajadas extranjeras advirtieron a sus ciudadanos en el país sobre la presentación de las recomendaciones del comité y apuntaron que el martes está previsto que se anuncie la fecha para los nuevos comicios, lo que podría dar pie a disturbios en los próximos días.
“Se recuerda a los ciudadanos estadounidenses que puede haber disturbios y protestas en todo Haití”, dijo un mensaje de seguridad emitido el pasado 25 de mayo por la embajada de Estados Unidos. Para los residentes en la capital, Puerto Príncipe, al vida sigue.
Las barricadas de neumáticos en llamas y otros signos de problemas políticos son desgraciadamente habituales en Haití.
La posibilidad de protestas que paralicen la nación insular durante días es una gran preocupación para Adler Augustin, de 29 años, que tiene un pequeño negocio de inflado de ruedas de autos en una transitada calle de Puerto Príncipe. “Todo mi trabajo está en las calles por lo que estoy preocupado de no poder llevarlo a cabo”, dijo.
Jocelerme Privert, que ocupó la presidencia del país de forma interina en febrero cuando se rechazó por tercera vez el resultado del balotaje, ha estado intentando demostrar que puede garantizar la estabilidad del país.
Pero la realidad es que sus poderes son muy limitados y el estancamiento electoral ha acentuado las divisiones en un país muy polarizado.
Haití no puede repetir los comicios sin restaurar primero su confianza en la maquinaria electoral, apuntó. Observadores internacionales que siguieron la primera ronda de las elecciones presidenciales en octubre dijeron que los resultados que situaron al candidato respaldado por el gobierno, Jovenel Moise, por delante para un balotaje con los dos aspirantes más votados parecían ser un reflejo genuino de la voluntad de los votantes.
Pero el escrutinio fue rechazado por casi todos los demás candidatos, en especial por el segundo con más apoyo popular, Jude Celestin.
Dijo que los resultados que mostraban que Moise recibió casi el 33% de los votos en los comicios del 25 de octubre eran un “fraude masivo” y muchos grupos de la sociedad civil expresaron su preocupación sobre la legitimidad de la votación.
El partido Tet Kale de Moise se puso a la formación del comité de verificación apuntando que era ilegal.