Varias personas esperan poder conseguir un poco de gasolina en una estación de combustibles, este 6 de noviembre de 2021, en Puerto Príncipe (Haiti). EFE/Johnson Sabin
Puerto Príncipe.- La capital y otras ciudades de Haití reanudaron este sábado el abastecimiento de las estaciones de combustibles, un día después de la tregua decretada por la banda armada G9 que impidió durante semanas su distribución y con ello generó la paralización de prácticamente todas las actividades en el país.
«La jornada del sábado 13 de noviembre está dedicada exclusivamente al abastecimiento de las distintas gasolineras», escribió el Ministerio de Comercio e Industria de Haití en una nota publicada hoy en su página de Facebook.
Unas horas después de la tregua anunciada por el G9, la cantidad de personas y vehículos aumentó considerablemente en las calles de la capital, lo que demuestra que la población aborrece la inseguridad.
«A primera hora del día 14 de noviembre se tomarán las medidas oportunas por parte de las autoridades competentes para acompañar a los miembros del sector así como a los consumidores para una distribución disciplinada de la gasolina», continúa la nota del Ministerio de Comercio.
Este sábado, la oficina del primer ministro haitiano, Ariel Henri, desmintió la información que circula en las redes sociales de que el Gobierno había desembolsado 40 millones de gourdes (moneda local) a la banda armada G9 para «negociar una tregua para facilitar el paso de los camiones cisterna que transportan combustible en la terminal de Varreux en Cité-Soleil», en la capital.
«Se trata de estrategias de fabricación, intoxicación y viles maniobras políticas destinadas a engañar deliberadamente a la población», reza la nota en la que la oficina del primer ministro denuncia «con energía esta campaña con fines desestabilizadores».
En muchas estaciones de gasolina se aprecia, desde ayer, la presencia de muchos coches hasta el punto de que incluso hay conductores que están durmiendo en el lugar a la espera del inicio de la distribución.
Durante varias semanas, Haití vive una crisis de combustible sin precedentes que ha provocado que las empresas, las escuelas, los hospitales, los medios de comunicación y los bancos disminuyan su tiempo de funcionamiento o cierren sus puertas debido a la escasez.
En el mercado informal un galón de combustible -cuyo precio oficial es de 400 gourdes- se está vendiendo a 1.000 o incluso 2.500 gourdes, lo que provoca un aumento exagerado del precio de las rutas de transporte público, que en la mayoría de los casos se triplica o incluso cuadruplica.
El poderoso grupo armado G9 Manyen Youn Manyen bloqueó la terminal de Varreux, en el barrio de chabolas de Cité-Soleil, impidiendo el acceso a los conductores, para exigir la dimisión del primer ministro.
El viernes pasado, el portavoz del G9, el expolicía Jimmy Cherisier, sobre el que pesa una orden de búsqueda policial, declaró 8 días de «tregua y reflexión» con motivo de la conmemoración de la batalla de Vertières, ocurrida el 18 de noviembre de 1803 contra los franceses.