El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el gabinete del presidente de Kenia, William Ruto.
Puerto Príncipe.-El Gobierno de Haití reafirmó ayer que la construcción del polémico canal en el río Masacre, frontera natural de este país con República Dominicana, debe seguir adelante y decidió apoyar las obras, pese al conflicto surgido con Santo Domingo.
“Sí, el canal debe construirse. Sí, hay que esforzarse para que el agua llegue a los canales como es debido. Sí, es a través de la solidaridad y la unidad como puede regarse la tierra de (la llanura de) Maribahoux”, afirmó ayer en un comunicado el Ministerio haitiano de Agricultura.
La nota agrega que “el ministerio ha decidido apoyar la construcción del canal, como forma de garantizar que se cumplen las normas técnicas y que no tenga impacto en la vida de las personas y las plantaciones” de la llanura de Maribahoux.
Además, el departamento desmiente las versiones de que habría compartido un documento secreto con República Dominicana que daría a este país la razón sobre su postura acerca del canal, cuya construcción ha llevado al presidente dominicano, Luis Abinader, a adoptar diversas medidas, entre ellas el cierre total de las fronteras entre ambos países desde el viernes pasado.
“El Ministerio desmiente este rumor, que no tiene ningún fundamento”, indica la cartera, que asegura que siempre defiende las posiciones que favorecen a los agricultores de la llanura de Maribahoux.
Por ello, destaca, “en todas las reuniones el ministerio siempre ha defendido el derecho de Haití a beneficiarse de forma equilibrada de los recursos que comparte con el vecino dominicano”.
En este sentido, se llevan a cabo gestiones a través de la Dirección Departamental del Noreste para acompañar las obras de construcción del canal, como solicitó el Gobierno en una declaración el 13 de septiembre.
El departamento de Agricultura resalta que siempre está dispuesto a sentarse “con todos los sectores implicados en la construcción del canal para una mejor planificación de las obras”; y, añade: “La movilización es una expresión de la solidaridad y el patriotismo de una población que quiere mostrar al mundo que Haití es libre”.
Las obras del canal han generado una crisis con República Dominicana, que, además del cierre de fronteras, decidió paralizar la emisión de visados a haitianos, prohibir la entrada a “los promotores” del polémico proyecto, construir una presa, empezar los trabajos de reactivación de una toma de agua en el río limítrofe (iniciados este miércoles) y reforzar la presencia militar en las zonas de demarcación.
Para el Gobierno dominicano, la construcción del canal en el lado haitiano del río contraviene el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929 y el Protocolo de Revisión de 1936, cuyo articulado señala que “ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”.
Kenia y apoyo en ONU
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el presidente de Kenia, William Ruto, se reunieron ayer para afinar los detalles de la misión internacional que el país africano se ha ofrecido a liderar para combatir la crisis de seguridad en Haití.
El encuentro tuvo lugar en un hotel de Nueva York en paralelo a la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU, donde el líder keniano dio su discurso ante el pleno.
“Usted es un gran socio para Estados Unidos en muchos temas, incluida la seguridad regional y global”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense al inicio de la reunión. Blinken destacó especialmente el “liderazgo” de Kenia en el asunto de Haití, donde el país africano se ha ofrecido a desplegar 1.000 agentes para apoyar a la policía local en respuesta a una petición hecha por el propio Gobierno haitiano.
Por su parte, Ruto agradeció el compromiso de Estados Unidos con el combate a la crisis climática y avanzó que en la reunión abordarán cómo lograr que la contribución keniana en Haití sea «útil».
El presidente de Kenia se reunió ayer en Nueva York con el primer ministro haitiano, Ariel Henry, para firmar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, en un nuevo paso para facilitar el envío de la misión.
Marco para fuerza
En tanto, el presidente de Kenia, William Ruto, instó ayer a las Naciones Unidas a “preparar con urgencia un marco adecuado” que facilite el despliegue de la fuerza multinacional de seguridad que su país se ha comprometido a liderar en Haití y que aún no se concreta.
En su discurso ante la Asamblea General, Ruto pidió además al Consejo de Seguridad que “contribuya positivamente” aprobando cuanto antes una resolución bajo el capítulo 7 que dé forma a esa misión, pues no se conoce todavía ni su tamaño ni los plazos de despliegue o el mandato exacto, aunque no se considerarán una “misión de paz» como las que suele desplegar la ONU.
Un legado amargo
— Destino
De acuerdo a William Ruto lo que sucede en Haití es el inmenso sufrimiento del amargo legado de la esclavitud, el colonialismo, el pillaje y el abandono, que le forzó a emprender una dolorosa lucha por la independencia.