Santo Domingo.-Los dispositivos médicos electrónicos implantados en los pacientes permiten prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades, así como la rehabilitación del paciente con el uso de la tecnología. Pero, ojo: son vulnerables y los hackers tienen el dedo puesto en el gatillo.
Una advertencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) los pone en la línea de la alerta. El órgano estadounidense emitió un texto en el que recomienda a pacientes que conecten sus inquietudes y sellos de seguridad con las empresas suplidoras de esos equipos.
La FDA describe que, en los diabéticos, los dispositivos son nuevas opciones para controlar sus niveles de azúcar en la sangre, ya que algunos medidores de glucosa y bombas de insulina pueden comunicarse entre sí.
Los principales ataques apuntan a los dispositivos cardíacos, bombas de insulina en pacientes con diabetes, desfibriladores implantados y aplicaciones móviles que motorizan la actividad física y la salud, entre otros.
Con su hackeo por parte de los cibercriminales puede ocasionar agravamiento de la salud, modificación de esquemas terapéuticos y procesos que conduzcan a la muerte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que hay 10 mil de este tipo de equipos disponibles a nivel mundial.
Los principales dispositivos en República Dominicana se implantan en pacientes con diabetes y problemas cardiovasculares, pero no hay estadísticas certeras de la cantidad de enfermos que los llevan.
La Sociedad Dominicana de Diabetes hace un cálculo aproximado de unos 300 de estos aparatos instalados en pacientes diabéticos, con menos del uno por ciento de la población con tecnología control de esa enfermedad.
El doctor Luis Bloise, presidente de la entidad, detalla que hay instaladas unas 100 bombas de insulina y alrededor de 200 monitores de glucosa.
De dispositivos del corazón tampoco hay nada, ni estadísticas ni números para entender el contexto.
El cardiólogo Claudio Almonte, director médico del Centro Cardiovascular de Santo Domingo, asegura que con frecuencia se instalan en el país marcapasos y stent para problemas cardiovasculares.
“Hay dispositivos para resolver problemas de enfermedades congénitas y arritmias; dependiendo de esto, se colocan los dispositivos”, comentó el también investigador y académico.
En el país existe un clúster de empresas fabricantes de dispositivos médicos, pero los fabricantes están bajo el régimen regulatorio de las zonas francas y no se comercializan en el país y se exportan.
Los dispositivos electrónicos implantados y portátiles utilizados por pacientes con diabetes, problemas cardiovasculares y otras enfermedades pueden ser hackeados y alterar las condiciones de salud de los usuarios.
La FDA describe que, en los diabéticos, los dispositivos son nuevas opciones para controlar sus niveles de azúcar en la sangre, ya que algunos medidores de glucosa y bombas de insulina pueden comunicarse entre sí.
Alerta que siempre que un dispositivo médico tenga software y dependa de una conexión inalámbrica (wi-fi) o por cable, es fundamental prestar mucha atención a cualquier problema.
Entre sus recomendaciones para proteger dispositivos médicos figuran crear contraseña única y no compartirla con otros, mantener su dispositivo bajo su control físico, conectarlo a otros dispositivos y programas sólo si el fabricante o proveedor del servicio lo indica y mantenerlo actualizado.
La OMS considera que los dispositivos médicos son cruciales en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades y la rehabilitación del paciente y valida el uso de la tecnología.
El portal de seguridad cibernética y de dispositivos https://www.pandasecurity.com publica un trabajo que revela que las informaciones de salud son los nuevos activos más cotizados este año, inclusive para los cibercriminales.
“Cualquier dato sobre información confidencial sensible sobre salud, registros electrónicos y de propiedad intelectual farmacéutica están en el ojo de los hackers”, anota.
Los principales ataques apuntan a los dispositivos cardíacos, bombas de insulina en pacientes con diabetes, desfibriladores implantados y aplicaciones móviles que motorizan la actividad física y la salud, entre otros.
En el caso de los dispositivos cardíacos, como marcadores, a la vulnerabilidad se agrega que dependen de software de un tercero; y en bombas de insulina se alteran los niveles de administración de las dosis.
El objetivo es robar datos de registros electrónicos de salud e información protegida, credenciales para obtener reclamos a seguros o suplantación de identidad para obtener medicamentos sujetos a prescripciones médicas.
El trabajo del portal indica que los cibercriminales suelen dirigirse a los dispositivos médicos más vulnerables de sistemas operativos antiguos o desactualizados para entrar en los archivos médicos de hospitales y pacientes.
El portal ofrece un glosario de prevención de ataques que incluye actualizar los sistemas operativos, reforzar controles de acceso con contraseñas largas y complejas, y desconfiar de los correos no deseados o spam.