Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó este miércoles que «todo el mundo pasa hambre en Gaza» en este momento, y volvió a reivindicar el trabajo de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en el centro de la polémica por la acusación contra una decena de sus agentes de haber participado en ataques armados contra Israel.

Guterres intervino esta mañana en la apertura de los trabajos del Comité de la ONU para los derechos inalienables del pueblo palestino, y en su discurso afirmó tajante que la «UNRWA es la columna vertebral de toda la respuesta humanitaria en Gaza» y que su trabajo «salva vidas», por lo que instó «a todos los Estados miembros a garantizar la continuidad» de su labor.

«El sistema humanitario en Gaza está derrumbándose (por las) condiciones inhumanas que sufren los 2,2 millones de gazatíes, que luchan por sobrevivir sin nada de lo esencial», insistió el secretario general.

Guterres se reunió el martes con 35 Estados miembros (más la Unión Europea) en la sede de Naciones Unidas para buscar respuestas rápidas ante el anuncio de una quincena de países -entre ellos EE. UU. y varios europeos- de que congelan su financiación para la UNRWA debido a las acusaciones, una situación que dejará a dicha agencia sin fondos a fines de febrero, según la ONU.

Hasta el momento, no han trascendido compromisos concretos de ninguno de los 35 participantes en esa reunión.

Por otro lado, Guterres recordó que también la situación en Cisjordania es preocupante. Al respecto, el secretario general de Naciones Unidas dijo estar «extremadamente alarmado por los altos niveles de violencia de los colonos» contra los habitantes palestinos, pero también porque «los ataques palestinos contra Israel continúan».

«Toda esta violencia debe cesar, y sus causantes rendir cuentas», enfatizó, antes de recordar que Israel ha detenido a «decenas de palestinos, muchos detenidos sin cargos, también niños».

Terminó recordando que solo la solución de dos Estados viables, israelí y palestino, precedidos de un proceso de paz coherente, pueden dar solución «a este trágico ciclo de miedo, odio y violencia».