Continuar fortaleciendo el sistema de carrera desde el ingreso, respetando el escalafón, los procesos de nuevo ingreso de los aspirantes a ser cadetes o policías (conscriptos), estableciendo los concursos con exámenes de oposición, también, aplicarlo para los docentes y en la selección de puestos creando los perfiles para cada función, como los están haciendo en el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), lo mejor de los aspirantes o del mando (según sus méritos, ética, preparación y capacidades) en las diferentes direcciones centrales, regionales y de áreas o departamentos, secciones y oficinas. Esa selección de perfiles de ingreso debe ser rigurosa y transparente.
La institución debe ser auditada seriamente para determinar cuántos policías tenemos, dónde están, cuáles son las capacidades institucionales, el equipamiento y sedes o destacamentos de que se dispone, cuál es el estado de su planta física y funcionalidad, además, organizar en apego a la transparencia.
La supervisoría y fiscalización de las labores y conductas de los policías, debe ser permanente y profesional.
No puede hacerse una verdadera reforma integral de la institución, si no hay mecanismos de control interno ágiles, eficaces e independientes (Asuntos Internos, -no debe estar subordinado al Director General de la PN- e Inspectorías que funcionen).
Establecer un sistema de fiscalización de la función policial y de la conducta de cada policía diaria y continua, en las tareas de patrullas de prevención, orientación y participación comunitaria; de tal modo que haya récord y registro de las actividades del servicio, mediante el llenado oportuno y riguroso de los formularios de cada actuación para fortalecer la credibilidad y la transparencia.
Uso de cámaras de cuerpo o bodycam en los uniformes, y una conexión permanente y oportuna con la sede central de cada lugar o cuadrantes de trabajo. Para tales fines recomendamos la creación del Centro de Control de Confianza que mide y alerta la violación a cada protocolo o reglamentación. Modernizar o crear un sistema de recolección de datos, análisis y distribución de información interinstitucional.
Modernizar el sistema de investigaciones con enfoque científico y evolución de datos georreferenciados o mapeo. Solucionar el círculo vicioso de inseguridad que está contenido en el deterioro ético-moral, la inercia e ineficacia de las acciones preventivas penales.
El Hospital General de la Policía Nacional debe fortalecer las evaluaciones psicométricas y de medicina forense. Redefinir y reformar el Observatorio de la Seguridad Ciudadana, centrado en las tareas y el servicio de la PN.
Debiendo profundizar en solucionar las fallas de cifras negras o desconocidas en cuanto a las estadísticas de los hechos criminosos que reflejan la violencia en todas sus manifestaciones.
Deliberamos y proponemos hacer estudios científicos, criminológicos, sociológicos de la delincuencia y la violencia en todas sus manifestaciones de los diferentes núcleos sociales y de acuerdo a las variaciones socioculturales de cada comunidad.
De ser posible, enfocarlo por cada cien mil habitantes para lograr un banco estadístico de datos específicos del comportamiento social, del delito y el delincuente “documentación delictiva” y el programa Constantino que fue creado y patentado por el General Juan G. Brown Pérez PN.
Dicho banco de recolección de información, debe ser serio, usado con transparencia y que pueda servir de base para dar respuestas certeras, primero a la prevención, segundo al control social y tercero a la persecución de los violadores de la ley.
En dicha base de datos los policías deben tener acceso a todas las informaciones y datos de inteligencia, judiciales, de la Junta Central, Migración, DNI, placas y vehículos de motor, entre otras.
Dios bendiga siempre al pueblo dominicano. Todo por la patria.
*Por Juan Tomas Taveras