Puerto Príncipe.- Hay más de 3.000 personas desplazadas fruto de la violencia entre bandas armadas en Puerto Príncipe, la capital de Haití; y viven en condiciones inhumanas en la Plaza Hugo Chávez, ante la indiferencia de las autoridades de este país, sumergido en una grave crisis, con un alto costo para los más pobres.
Los desplazados, entre ellos cientos de niños, abarrotaron la plaza, ubicada en el barrio Tabarre y a menos de un kilómetro del aeropuerto, mucho de ellos con tan solo lo que tenían puesto, sin agua ni comida, en medio del caos y la anarquía.
Huyeron de más de una docena de barrios de Cité-Soleil, sumidos en una guerra que este año se ha cobrado más de 300 vidas.
Kesnel Franck, de 49 años, padre de familia, dice que no tenía otra opción tras abandonar su casa en Cité-Soleil, por lo que se instaló en esta plaza, adornada por una estatua de siete metros inspirada en el líder de la Revolución Venezolana.
Franck lleva diez días en el lugar y sobrevive “gracias a la buena fe de los demás”.
Los desplazados denuncian el poco apoyo del Gobierno, que debería enviar al lugar a responsables del Ministerio de Asuntos Sociales y al Fondo de Asistencia Social.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) lleva comidas calientes para los refugiados de guerra al menos dos veces al día. Poco a poco, la cantidad ha ido aumentando hasta llegar a los 1.100 platos, pero no es suficiente.
La ONG Solidarités Internationales les proporciona agua tratada para el consumo y aseo.