Bloomberg News.–En la fábrica de colchones del israelí Polyron en Ascalón, las sirenas activadas por los cohetes disparados por militantes desde la Franja de Gaza a una distancia de apenas 8 kilómetros (5 millas) hacia el sur están teniendo un grave efecto.
“En vez de fabricar 100 colchones, se hacen 50 o 60, por tener que correr cinco o seis veces al día hasta el refugio antibombas”, dijo el ejecutivo de marketing Alon Zimmerman.
Debido a esto, las ventas en julio se desplomaron un tercio respecto del mismo mes en 2013, un déficit que, según estima Zimmerman, se tardará un año en compensar.
Las empresas próximas a Gaza son las que más afectadas se han visto por la batalla que libra desde hace siete semanas Israel con Hamas y otros grupos militantes palestinos, pero la lucha también ha frenado a los turistas y mellado el gasto en consumo a nivel nacional.
Un indicador que evalúa la confianza entre los gerentes de compras corporativos demostró que la actividad económica se contrajo en julio por segundo mes.
A diferencia de conflictos anteriores con Hamas o Hezbolá, el grupo militante libanés, Israel ingresó en el combate en Gaza con una economía que ya perdía impulso: el crecimiento se desaceleró en el segundo trimestre en tanto las exportaciones disminuyeron debido a un shekel fuerte.
El banco central ya rebajó su tasa de interés clave hasta un mínimo en cinco años, dejando a los diseñadores de la política con menos apalancamiento para impulsar el crecimiento y controlar la moneda.
Los 20 economistas en un sondeo de Bloomberg pronostican que el banco mantendrá hoy la tasa en 0,5 por ciento.
“No fuimos a esta guerra estando en muy buenas condiciones”, dijo Ori Greenfeld, economista principal en Psagot Investment House Ltd. en Tel Aviv. “O sea que la recuperación probablemente lleve más tiempo que en el pasado, y veremos los efectos hacia fin de año, y probablemente en 2015”.
El crecimiento bajó en el segundo trimestre desde 2,8 por ciento los tres meses anteriores hasta 1,7 por ciento, conforme las exportaciones, que representan un tercio de la economía, cayeron 18 por ciento, según datos oficiales dados a conocer el 17 de agosto.
Desde entonces, el Índice de capitalización de referencia TA-25 cayó 1,2 por ciento, en comparación con un avance de 1,2 por ciento del índice MSCI Mundial.
La tarea de los diseñadores de la política y los exportadores se ve complicada por una moneda que se ha mantenido cercana a un máximo en tres años desde que el conflicto en Gaza se intensificó a comienzos de julio y se negoció por última vez a 3,5660 por dólar.
Los ataques israelíes en Gaza han dejado más de 2.100 palestinos muertos, incluidos cientos de civiles, según funcionarios de Gaza. Del lado israelí, hubo sesenta y ocho muertos, todos soldados menos cuatro, en tanto una serie de treguas fracasaron bajo el fuego de cohetes de los militantes y los ataques aéreos israelíes.
El turismo, que representa un 7 por ciento de la economía de Israel, es uno de los sectores más afectados. El número de visitantes cayó un 26 por ciento en julio respecto del mismo período un año antes.
El conflicto le ha costado a la industria turística por lo menos US$566 millones, según el Ministerio de Turismo israelí.
Banco de Israel, encabezado por el gobernador Karnit Flug, mencionó el conflicto de Gaza como uno de los factores en su decisión sorpresiva de rebajar 25 puntos básicos la tasa clave el 28 de julio.
Dijo que conflictos militares anteriores de igual magnitud redujeron casi medio punto porcentual el producto interno bruto.