Guardián de la frontera en el norte, Manzanillo espera las promesas del porvenir

SANTO DOMINGO.-Manzanillo y Pedernales son municipios que alguna vez debieran de ser visitados por todo dominicano interesado en los pueblos que guardan la frontera, pero no en visitas rutinarias o en busca de diversión, sino intencionadas.
Uno está en el extremo noroeste, donde empieza la línea divisoria; el otro en el límite suroeste, donde termina.
Según Manuel Arturo Peña Batlle, especialista de este asunto, el río Dajabón, Masacre para todos los habitantes de la Línea Noroeste, y el río Pedernales, fueron establecidos por primera vez como límites fronterizos en el año 1731, hará tres siglos dentro de poco.
Entonces había dos colonias en Santo Domingo, una en las tres cuartas partes del lado oriental, de España, y la otra en el oeste, de Francia, que se la había comprado a filibusteros en el siglo anterior.“Desde ese momento, comenzaron a figurar los ríos Dajabón y Pedernales, oficialmente, como extremos de la línea divisoria de las colonias francesa y española de la isla de Santo Domingo”, refiere Peña Batlle (Pág. 118 de Historia de la Cuestión Fronteriza).
Así que en términos geográficos son antagonistas ambos municipios y los ríos respectivos. La frontera está orientada de norte a sur porque la apropiación francesa de la parte occidental de la isla inició en el norte y por allí empezó la “cuestión fronteriza”.
Pobreza de ayer y de hoy
Por aquellos días la pobreza era la nota dominante del lado español y el tráfico o comercio hacia una próspera colonia en el oeste era un hecho de todos los días, como hoy, que la línea divisoria es una frontera abierta por la que pasa la pobreza del país de los haitianos en busca de trabajo.
En todas partes es lo mismo, no importa quien diga lo contrario. Haití, yugulado por la miseria, encuentra en Santo Domingo tareas que no quieren hacer los dominicanos, y algunos lo dicen francamente: eso es trabajo de haitiano.
Pedernales fue fundado primero, en el año 1927, bajo la política de colonización de la frontera del gobierno de Horacio Vásquez. Manzanillo lo sería por una concesión bananera de la dictadura de Trujillo en 1942.
Ambos pueblos son hoy día objeto del interés del Gobierno y de inversionistas privados, pero con proyectos diferentes.
Un mangle excepcional
Contrario a Pedernales, Manzanillo no es cabecera de provincia, ni es hoy día objeto del interés público y privado por su potencial para el negocio del turismo.
