Chile.-Un centenar de fanáticos recibió en los primeros minutos de ayer al cantante mexicano Luis Miguel en la ciudad chilena de Viña de Mar, donde anoche cerró la primera jornada de su tradicional Festival Internacional de la Canción.
Luis Miguel descendió poco antes de la medianoche de su jet privado en el aeropuerto de Torquemada, e inmediatamente se dirigió en una caravana escoltada por la policía a su hotel en Viña del Mar, donde su arribo causó un tremendo zafarrancho.
De acuerdo al diario Las Últimas Noticias, comenzó un zafarrancho de empujones que mezclaba a los carabineros (policía militarizada) , la familia Miranda’ (espectadores, mirones) y camarógrafos. Hubo señoras frenéticas golpeando los vehículos, dolorosas caídas y algunos gritos locos.
Unas damas empapelaron con palabras poco gentiles a los efectivos, mientras un grupo de periodistas con conciencia gremial reclamaba por ciertas caricias recibidas.