Peregrinos acudieron a una vivienda en Metan, en Argentina, para ver una estatua de la Virgen de la Rosa Mística, de cuyos ojos brota sangre.
Su propietaria Rosana Mendoza, dijo que la imagen fue llevada a su casa hace ocho años después de que sufriera un aborto espontáneo.
La primera vez que lloró fue en abril de 2017.