
Santo Domingo.- República Dominicana está tomando medidas decisivas para enfrentar uno de los mayores retos de su historia energética como es reducir las pérdidas del sistema eléctrico, que actualmente rondan el 38%, a un 27% en los próximos años.
Este objetivo no solo busca mejorar la eficiencia del sistema, sino que también tiene implicaciones importantes para la seguridad ciudadana y el desarrollo económico del país.
Según Joel Santos, Ministro de Energía y Minas, este ambicioso proyecto forma parte de una visión integral para transformar el sector energético, adaptarlo a los desafíos del siglo XXI y garantizar un suministro eléctrico más eficiente, sostenible y accesible.
“El sector privado tiene un papel fundamental en este proceso", afirmó Santos, resaltando la necesidad de una colaboración pública-privada para mejorar la infraestructura energética y asegurar que la transición hacia un sistema más eficiente sea exitosa.
Además, dijo que la modernización de las redes facilitará la expansión de las energías renovables, lo que a su vez contribuirá a garantizar un suministro eléctrico más estable y sostenible.
Reducir las pérdidas y mejorar la infraestructura
Uno de los aspectos clave de la estrategia es la reducción de las pérdidas del sistema eléctrico, un problema persistente que ha sido fuente de preocupación durante años.
Para lograr esta meta, apuntó que el gobierno dominicano está implementando un conjunto de reformas estructurales y tecnológicas, que incluyen la modernización de redes, la instalación de medidores inteligentes, y el fortalecimiento de la telemedición.

Explicó que todo esto se enmarca dentro de un plan de inversión de 450 millones de dólares, que permitirá repotenciar las redes de distribución, instalar nuevas subestaciones y combatir el fraude eléctrico, uno de los factores más importantes que contribuye a las pérdidas.
Santos también destacó el esfuerzo del gobierno por diversificar la matriz energética, con un enfoque en las energías renovables.
Para ello, informó que el país está desarrollando una serie de proyectos que incluyen parques solares, proyectos eólicos y centrales de biomasa, con el objetivo de incrementar la capacidad de generación limpia y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
De cara al futuro, señaló que más de 1,000 megavatios provenientes de energías renovables estarán en operación para el año 2028, lo que contribuirá significativamente al crecimiento económico, la seguridad energética y el cumplimiento de los compromisos climáticos internacionales del país.
"La diversificación de la matriz energética es clave para garantizar un suministro más confiable y menos vulnerable a fluctuaciones del mercado internacional", afirmó Santos.
En particular, el gobierno ha puesto énfasis en proyectos eólicos en el sur y el norte del país, aprovechando los vientos de ambas regiones para generar energía de manera más constante, optimizando la capacidad de producción durante todo el día.
El reto del almacenamiento de energía
Uno de los principales retos de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, es su intermitencia. Sin embargo, el almacenamiento de energía será un componente esencial para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico.
Santos enfatizó que el gobierno está trabajando en la expansión de las capacidades de almacenamiento, con el objetivo de añadir entre 400 y 500 megavatios para el 2027, y alcanzar los 800 megavatios para 2028.
Esta capacidad adicional no solo mejorará la estabilidad del sistema, sino que permitirá un uso más eficiente de los recursos renovables.
"El almacenamiento nos permitirá equilibrar la oferta y la demanda, garantizando que la energía generada en momentos de baja demanda se utilice cuando la demanda sea mayor", explicó Santos.
Este enfoque es clave para asegurar que República Dominicana pueda seguir avanzando hacia un sistema energético más flexible, que aproveche al máximo las fuentes renovables.
El rol del sector privado: un aliado estratégico
Si bien el gobierno tiene un papel fundamental en la transformación del sector energético, Santos subrayó la importancia del sector privado en este proceso.
"La energía no es responsabilidad exclusiva del sector público, sino que debe ser vista como un motor del crecimiento económico", destacó el Ministro.
Resaltó que el sector privado será crucial no solo en la financiación de proyectos energéticos, sino también en la innovación y la implementación de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia del sistema.
El gobierno ha dado muestras de su compromiso con la colaboración público-privada, con proyectos conjuntos en energías renovables, así como en la modernización de la infraestructura eléctrica.
Sin embargo, Santos también aclaró que "esto no implica privatizar las EDES, sino más bien fomentar una relación de cooperación con las empresas privadas para optimizar la gestión del sistema eléctrico y reducir las pérdidas”.
Santos también presentó algunos de los proyectos más importantes que se desarrollarán entre 2025 y 2028.
Entre ellos se incluyen proyectos de energía base de 2,000 megavatios, que comenzarán a entrar en operación en 2026, así como 20 proyectos renovables que aportarán más de 1,000 megavatios de capacidad.
"Esto fortalecerá nuestra capacidad instalada y garantizará un suministro eléctrico más estable y confiable", aseguró Santos.
Además, destacó que de los 71 proyectos en desarrollo, 39 ya incorporan almacenamiento, lo que contribuirá a estabilizar aún más el sistema. Estos proyectos no solo mejorarán la capacidad de generación, sino también la competitividad del sector, al reducir los costos y aumentar la eficiencia.