En esta foto proporcionada por Evan Lamos, pasajeros se suben a un vagón del metro después de explosiones en Bruselas el martes 22 de marzo de 2016. Bélgica está en su máxima alerta de seguridad, desviando aviones por aterrizar y trenes, y pidiendo a la gente que no se mueva de donde están. (Evan Lamos vía AP)
BRUSELAS.- El gobierno de Bélgica decretó este martes tres días de duelo nacional por los atentados de Bruselas que dejaron un saldo de una treintena de muertos y unos 200 heridos.
«Es un duelo excepcional. Todas las banderas nacionales estarán a media asta en todos los edificios oficiales del país», indicó a la AFP un vocero del primer ministro belga Charles Michel, Frederic Cauderlier.
El duelo durará hasta el jueves inclusive, precisó el portavoz. La bandera belga de la ventana de la oficina del primer ministro Michel fue colocada a media asta hacia las 13H00 locales, constató un periodista de la AFP.
Víctimas en charcos de sangre y cuerpos mutilados son algunas de las escenas dantescas que se vivieron tras los atentados de este martes en el aeropuerto y el metro de Bruselas, una ciudad sumida en el pánico y el horror.
«Un hombre gritó unas palabras en árabe y escuché una gran explosión», contó a la AFP Alphonse Lyoura, que trabaja en la seguridad del equipaje de los vuelos hacia África y se encontraba cerca de lugar del primer estallido.
«Era el pánico general. Me escondí y esperé cinco, seis minutos. Algunas personas vinieron a pedirme ayuda», agregó, con las manos aún ensangrentadas. «Ayudé al menos a siete heridos. Retiraron cinco cuerpos que ya no se movían», continuó, explicando que «muchos perdieron las piernas».
«Veía gente en el suelo con sangre que ya no se movía. No estoy bien psicológicamente. Es el horror, Bélgica no merece esto», dijo sin poder contener el llanto. Valérien, otra testigo, afirmó haber visto «heridos por todos lados». «Vi una madre que no tenía heridas pero su hijo estaba herido», afirmó. «Todo el mundo huía, todo el mundo buscaba un lugar para esconderse.
Era el descontrol total», señaló de su lado Michel Mpoy, de 65 años y que fue el aeropuerto a buscar a un amigo que llegaba de Kinshasa (República Democrática del Congo).
La doble explosión en el aeropuerto de Bruselas y al menos una tercera en una estación de metro de la capital belga dejaron este martes al menos una treintena de muertos y unos 200 heridos, según los últimos balances disponibles.
Los diferentes testimonios recogidos por la AFP coinciden en que la primera explosión tuvo lugar hacia las 08H00 locales (07H00 GMT).
Una hora más tarde, una periodista de la AFP vio unos cientos de personas evacuadas en el aeropuerto, llamando a sus familiares por teléfono. «Oímos un gran bum», afirmó Anne, que trabaja en el hall de partidas.
«Creímos que era por los trabajos, ya que hay muchas obras, pero vimos personas llegar aterrorizadas», continuó. Algunas personas fueron evacuadas hacia una pista del aeropuerto y permanecieron allí al aire libre rodeadas por las fuerzas de seguridad.
Jean-Pierre Lebeau acababa de llegar al aeropuerto procedente de Ginebra cuando se produjo la primera explosión. «Sentí el impacto. El techo cayó y sentí olor a pólvora».