Santo Domingo.-El Gobierno explicó ayer que el reglamento para la aplicación de la ley que crea un régimen especial de naturalización no concede la nacionalidad dominicana de manera automática a los hijos de extranjeros ilegales no inscritos en el Registro Civil, sino que primero son asentados en el libro de extranjería de la Junta Central Electoral luego de demostrar fehacientemente haber nacido en territorio dominicano.
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo también señaló que quienes se sometan al proceso de regularización deben aportar al Ministerio de Interior y Policía las pruebas irrefutables de haber nacido en el país, lo cual será verificado por las autoridades migratorias.
Explicó que los hijos de migrantes ilegales nacidos aquí son inscritos como extranjeros y dos años después es que tienen la opción de solicitar la nacionalidad dominicana.
LA FNP
El diputado Vinicio Castillo Semán reveló ayer que se reunió con el presidente Danilo Medina para plantearle la posición de la Fuerza Nacional Progresista con relación al reglamento promulgado y que se abrió una conversación de alto nivel con el Gobierno sobre el asunto.
Informó que posteriormente se reunió con el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio; y el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul.
Señaló que acudió a esa reunión en compañía de Radhamés Jiménez, del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, y de Miguel Mercedes, asistente especial del presidente Medina.
“Hemos abierto una conversación sobre algunos aspectos del Reglamento de la Ley 169-14 relativos a la necesidad de generar mayor seguridad a la información que deberán aportar los solicitantes que se acojan a la misma”, explicó el legislador Castillo Semán.
Bueno, pero no ideal
Legisladores de varios partidos políticos calificaron de bueno, “aunque no era el ideal”, el reglamento para la ley en cuestión.
Los legisladores del PLD afirman que la decisión de Poder Ejecutivo responde al espíritu de la ley.
El diputado opositor Cristian Paredes dijo que el país en su historia nunca había recibido tanta presión por parte de los organismos internacionales como ahora.
