Santo Domingo.-Sin preámbulos ni presentación y de forma “sigilosa” inició el salsero dominicoboricua Gilberto Santa Rosa su espectáculo “The man and his music”, donde una vez puso de relieve que en ese renglón hay que hacerle reverencia.
Y así fue, una vez en el escenario, la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional el viernes y el sábado 6, se engrandeció con los aplausos y el apoyo que el público le brindó al artista.
En la medida que avanzaban los minutos del concierto, el cual arrancó a las 8:55 p. m. “el Caballero de la salsa”, se fue adueñando del público que abarrotó la sala y desafió la lluvia para seguirle. Aplausos y tarareos afloraron en cada interpretación.
Tan romántico y apuesto como la noche misma estuvo Santa Rosa, quien vistió pantalones negros y chaqueta rojo vino, como inspirando a un trago de esa bebida con sus canciones.
Remembró sus inicios
En una breve pausa, con una linda melodía de fondo, remembró parte de sus inicios, como a Joel Enrique con la canción “Lo nuestro es un amor para la historia…”, así, sucesivamente, fue interpretando sus grandes éxitos.
Dentro de esos no podía faltar “Besos… ternura, que derroche de amor cuanta locura”, del cantautor Manuel Jiménez , la cual fue catapultada por Ana Belén; igual, “Qué manera de quererte qué manera…”, “Vivir sin ella es estar encadenado…”, entre otras, que exaltaron al público. De repente apareció en escena Pavel Núñez, quien enseguida interpretó a dúo su hit “De isla a isla” y “Viene gente que va por la calle”.
El delirio de Maridalia
Así continuó la presentación, que alcanzó el éxtasis cuando arribó al escenario Maridalia Hernández como invitada de honor, compartiendo el escenario con luces multicolores y de inmediato interpretó: “Te ofrezco”. Luego se confundieron en una sola voz con el tema “Quien no sabe de amor”, para finalizar con el tema de 440, “Si tú te vas”, que Maridalia interpretaba y Gilberto cantaba las partes que en el original hacen Juan Luís Guerra y Roger Zayas.
Contagiado, al público no le quedó de otra que hacer un reconocimiento a Gilberto y a Maridalia Hernández, quien puso a retumbar el salón con su poderosa voz. Y sin que nadie lo imaginara, el concierto salsero terminó con una interpretación del “apambichao rey del merengue” Joseíto Mateo..
