Nueva York.-Las compañías de todo Japón tienen un nuevo nombre en la lista de sus 10 principales accionistas: el mayor fondo de pensiones del mundo.
El Government Pension Investment Fund de US$1,3 billones es el principal propietario de Mitsubishi UFJ Financial Group Inc., Honda Motor Co. y por lo menos otras 119 empresas que cotizan en la Bolsa de Tokio, según un análisis realizado por Bloomberg después que el GPIF reveló sus inversiones individuales por primera vez el mes pasado. Es el segundo mayor accionista en Toyota Motor Corp. con una participación de 5,5 por ciento en la compañía japonesa más grande.
Según el último escrutinio, la gestora de ahorros para el retiro posee cerca de 5,8 por ciento del mercado de valores.
“Su escala y presencia es enorme”, dijo Yoshinori Shigemi, estratega del mercado global en Tokio para JPMorgan Asset Management Ltd.
“Ahora que ha terminado su gran traspaso a las acciones, puede empezar a ser más selectivo en cuanto a qué compañías compra”.
Las cifras muestran la mayor influencia del GPIF después que duplicó su meta de acciones japonesas mediante una reorganización estratégica en 2014.
También revelan la amplitud de sus tenencias –el fondo está entre los 10 principales accionistas en cerca de 99 por ciento de las mayores compañías japonesas–, lo que hace preguntarse si el GPIF tendría que ser menos pasivo con sus inversiones.
Consideradas junto con las compras de acciones que realizó otro mamut de Tokio, el Banco del Japón, las tenencias muestran el creciente poder de los inversores estatales en el mercado del país.
Como el banco central va camino de convertirse en el accionista número 1 de 55 compañías del Nikkei 225 Stock Average para fin de 2017, apenas sorprende que las acciones japonesas hayan subido el año pasado sin compras netas de extranjeros por primera vez en un cuarto de siglo.
El GPIF tenía 2,037 compañías japonesas a fin de marzo de 2015 a través de sus gestores de fondos externos, según cifras publicadas el mes pasado.
Figura entre los 10 principales accionistas en todas menos siete compañías del Topix 500 Index de las mayores firmas japonesas, según cálculos basados en las acciones en circulación este mes y suponiendo que las inversiones del fondo no hayan cambiado.
Es una consecuencia natural de una estrategia en el marco de la cual 80 por ciento de sus inversiones en títulos japoneses son pasivas y rastrean el índice de referencia Topix y otros.
Bajo el primer ministro Shinzo Abe, Japón ya ha incursionado en el uso de incentivos estatales para alentar el cambio en las compañías.
Un índice bursátil creado en 2014 elige solo firmas con fuertes rendimientos accionarios, con la meta de llevar a otras a mejorar su desempeño.
El Banco de Japón compra ciertos fondos negociados en bolsa que solo rastrean compañías que invierten sus reservas de efectivo en sus propios negocios o en su personal.
Esto no significa que el fondo de pensiones pueda cambiar fácilmente.
Los planes para permitir al GPIF elegir acciones internamente –en vez de dejar las inversiones en manos de gestores de fondos– se vieron obstaculizados por los supervisores del fondo en febrero, después que el lobby de negocios expresó preocupación por la posibilidad de que el estado se involucrara en el sector privado.
El día en que el fondo anunció sus inversiones individuales, el presidente Norihiro Takahashi trató de aliviar tales temores diciendo que el GPIF no tenía intenciones de influir sobre acciones específicas.