Héctor Romero
Por: Héctor Romero
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A menudo se suele confundir Gerontología con Geriatría, pero aunque comparten como objeto de estudio a los adultos mayores, estas dos disciplinas son diferentes. La gerontología está definida como la ciencia que estudia el envejecimiento y la vejez en todos sus aspectos, tanto biológico, psicológico y sociológico. Mientras que la Geriatría es una especialidad de la ciencia médica que se ocupa de las enfermedades de las personas mayores.
La Gerontología es una ciencia reciente, que va a desarrollarse junto a la Geriatría a partir de mediados del siglo XX, con la creación en EE.UU de la Sociedad de Gerontología (Gerontological Society) en 1945, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología en 1948 y la Sociedad Internacional de Gerontología (IAG por sus siglas en inglés) en 1950.
La preocupación por los mayores y el trato a estos ha sido diferente a lo largo de la historia. Podemos ver como en las tribus primitivas, algunas les daban un trato despectivo. La tribu Pina de California los apedreaban, los chuchees y los bosquimanos los estrangulaban. En Japón los sacrificaban en la montaña de la muerte y en Bali, algunos grupos eran antropofágicos.
Pueblos milenarios como los antiguos egipcios, odiaban envejecer. Por el contrario, otros pueblos primitivos los consideraban fuente de sabiduría y los cuidaban hasta la muerte. Entre estos pueblos podemos citar a los hebreos, a los incas del Perú y a los antiguos chinos.
En el caso de los incas, estos se caracterizaban por organizar su sociedad de modo que todos sus integrantes estuvieran ocupados en algún quehacer acorde con sus capacidades, pasando de una actividad que exigía muy buen estado físico, como la caza y la pesca, a otras más livianas, como cuidar animales domésticos, tejer, vigilar o por último practicar la hechicería. Este sistema era muy avanzado y se puede decir que es un modelo precursor de lo que hoy conocemos como “jubilación progresiva”.
Los griegos también tuvieron puntos de vista diferentes en su visión sobre la vejez. Para Platón, el envejecimiento era el resultado de toda una vida, y por tanto había que prepararse en las etapas anteriores para ello. Esta visión constituye un antecedente importante en cuanto a la prevención se refiere. Aristóteles, por el contrario, tenía una visión negativa de la vejez, a la que definió como una enfermedad natural, que llevaba al deterioro y a la ruina.
Los romanos con Marco Tulio Cicerón en el año 42a. C. dotarán a la visión preventiva de Platón, de un mayor peso, cuando este plantee en su obra De senectute, la siguiente afirmación: “para conservar la salud, buenos alimentos, bebidas y ejercicio moderado”.
Otro aporte importante de los romanos, lo realizó Galeno, cuando planteó la actividad como medio de mejorar la salud. Hoy en día los enfoques gerontológicos más avanzados, tienen como uno de sus elementos en común, el mantener a los adultos mayores en programas que incluyen actividades de ejercicio físico y psicológico, estén estos institucionalizados o en sus hogares.
El filósofo inglés Roger Bacon, es otro de los padres de la gerontología, ya que en su obra Historia de la vida y de la muerte, dice que la esperanza de vida sería mayor si mejorasen las condiciones de higiene, médicas y sociales.
Otros dos aportes de mucha importancia para entender el envejecimiento, los realizaron el filósofo inglés Francis Galton y el Fisiólogo ruso Iván Paulov. El primero, con sus estudios concluyó que las diferencias individuales son mayores en la vejez que en otras etapas. Mientras que Paulov, determinó que la adaptación de los organismos de más edad es más lenta que la de los más jóvenes.
Todo este transcurrir histórico tuvo su punto más condensado en 1903 cuando Michel Elie Metchnikoff, sociólogo y biólogo ruso, propuso el término Gerontología, como ciencia que se encargaría del estudio del envejecimiento.
Hoy día la Gerontología es un estudio multidisciplinario, en el que médicos, enfermeras, psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, logopedas, y trabajadores sociales, se unen, para, desde una mirada integral, intervenir los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y funcionales que afectan el proceso de envejecer y a los adultos mayores, en una sociedad en la que cada día aumenta la esperanza de vida de sus ciudadanos.
El autor es experto en Gerontología.
