Apoyo la posición de la ANJE sobre la improcedencia de que en medio de una campaña electoral plena de crispaciones sea propuesta al Congreso una modificación constitucional para unificar las votaciones.

La necesidad de corregir lo de elecciones municipales y presidencial por separado está clara, por la conveniencia y los ahorros, cosa que legisladores y demás políticos debieron ponderar mejor en su momento. Curiosamente, quienes hicieron rabiosa oposición a habilitar al presidente Medina para que pueda repostularse, arguyendo que “defendían” la Constitución, ahora sí apoyan esas modificaciones.

Pero la Constitución merece tratarse con un poco más de respeto y prudencia. Así como se colaron esos macos que ahora quieren enmendar, modificar aceleradamente puede dar lugar a equívocos peligrosos, como por ejemplo cambiar la manera de designar funcionarios, jueces, procuradores y militares.

Otras diabluras aparentemente inocentes, en beneficio particular de agendas ocultas, también podrían pasar disfrazadas.

La cuestión no merece verse como un enfrentamiento entre facciones, liberales versus conservadores ni partidistamente, sino con la “gravitas” que amerita. Felicito a ANJE por su coherencia.