El manejo racional de los recursos, un menú local y sostenible y disposición adecuada de residuos ayudan el medio ambiente.
Santo Domingo.-Se acerca la Navidad y con ella el derroche de alimentos a nivel hotelero, que suele pasar desapercibido para la generalidad de la gente. Sin embargo, ese desperdicio de comida tiene un impacto a nivel ambiental y en cuanto a la seguridad alimentaria, que preocupa a quienes trabajan por un planeta más amigable.
De ahí la necesidad de una gastronomía sostenible y de detener la pérdida de alimentos en el mundo.
Cerca del 56 por ciento de desperdicios a nivel mundial proviene de los países de ingresos altos, el resto corresponde a los más pobres.
“En el mundo en desarrollo, los alimentos se pierden en el proceso de producción por almacenamiento inadecuado, falta de refrigeración, problemas de infraestructura, como además, porque luego de cocidos y servidos se tiran indiscriminadamente, como ocurre en grandes festividades”.
La reflexión es de Lenin Bueno Rodríguez, director de Producción y Consumo Sostenible del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien trabaja por una reingeniería en el área que garantice un mejor manejo de recursos.
Impacto
El experto afirma que el país es líder en la región del Caribe como destino turístico, conocido por su modelo de “Sol, arena y mar”, alojamiento todo incluido y paquetes vacacionales organizados por grandes operadores. Estudios han demostrado que el consumo turístico de recursos claves- energía, agua, tierra y materiales (combustibles fósiles, minerales, metales, biomasa) crece proporcional con el auge de visitantes.
Los niveles actuales y previstos de los viajes y el turismo tienen impactos ambientales y sociales considerables, por esa razón trabajan hacia la visión turística más sostenible y resiliente, con un uso eficiente de los recursos con baja emisión de carbono.
“Impulsamos proyectos y acciones que apoyen la meta del país de reducir la emisión de gases, ahora aumentada de un 25 a un 27%, pero solo un 20% será condicionado y el país se compromete a reducir un 7% de su emisión de gases en base a su propio esfuerzo”, sostiene Lenin Bueno.
Sostiene que a través de intervenciones puntuales como es capacitando a los chefs y gerentes de hoteles en temas alimentario y compras sostenibles de alimentos e incentivando el consumo local.
Con la gastronomía sostenible busca reducir el hambre y la pobreza, las desigualdades sociales, la malnutrición, dietas inadecuadas, degradación y agotamiento de los suelos, el monocultivo, escasez y la contaminación del agua, perdida de la biodiversidad y el cambio climático.
Reducción
— Meta
Un estudio reciente mostró que 42 hoteles de RD comenzaron a medir el desperdicio de alimentos y lo redujeron en un 21% en un año. lo que sugiere es factible llegar a un 50% en diez años, en línea con la meta 12.3 de ODS.