Ninguno de ellos hubiera imaginado acabar ingresado a causa de las ventosidades de un hipopótamo.
Pero así fue. Tres ancianos que visitaban el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria, fueron sorprendidos por la tóxicidad de los gases que soltó de repente uno de los animales y tuvieron que ser ingresados de inmediato.