En los Estados Unidos, prestar al gobierno debería ser mucho más seguro que especular sobre el rumbo de las tasas de interés con los bancos de Wall Street.

Pero en estos días pasa exactamente lo opuesto, en tanto una creciente cantidad de bonos del Tesoro rinde más que las permutas de tasas de interés.

En parte, simplemente se relaciona con el hecho de que los inversores hacen subir los rendimientos de los bonos del Tesoro  en momentos en que la Reserva Federal se dispone a elevar los costos crediticios por primera vez en una década.

En muchos sentidos refleja las consecuencias impensadas de reglas posteriores a la crisis destinadas a fortalecer el sistema financiero.