La gabela, una ventaja o beneficio dado al contrincante en una competición, difícilmente se ve en torneos donde ambos adversarios lucen cada uno desear más que el otro lograr el triunfo.

Ahora en el debate electoral vemos la curiosidad de que los presidentes Abinader y Leonel se atribuyen cada cual haber dado gabela al otro con miras a las elecciones presidenciales.

Todo intercambio entre candidatos siempre se desarrolla en varios planos, uno emocional que busca llegar al corazón del electorado, otro racional con cifras, datos y realidades concretas medibles o demostrables.

La gabela se da a quien va tan detrás que para emparejar la competencia se le “chancea” para no apabullarlo. Por más optimista que desee Leonel mostrarse, con o sin gabela, luce difícil según indican todas las encuestas serias, que Luis no logre una cómoda y merecida reelección en primera vuelta. ¡Pa’trás no se avanza!