Fugas increíbles

Fugas increíbles

Fugas increíbles

¿Por dónde le entra el agua al coco? Esa pregunta es tan difícil como la que cuestiona por dónde se escapan los presos de una cárcel supuestamente bien vigilada.

Aquí no transcurre un mes sin que se produzca una fuga de uno o más “internos”, como se dice ahora. A mí no me entra en la cabeza que esos actos de escapismo se realizan simplemente por la habilidad de los presos que se fugan. La complicidad de los guardianes o vigilantes encargados del penal, tiene que estar comprometida.

Confieso que ignoro los métodos y los procedimientos con que se manejan nuestras cárceles, pero a mí no hay quien me convenza de que, si de verdad se quieren establecer controles efectivos para entrar o salir de un recinto determinado, ello no puede lograrse.

¿Por dónde se escapan los presos? ¿Por dónde le entra el agua al coco? Preguntas sin respuestas, aparentemente.



El Día

Periódico independiente.

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