Santo Domingo. – El vicepresidente y coordinador político de la Fuerza del Pueblo (FP), Radhamés Jiménez Peña, criticó duramente la gestión actual del Partido Revolucionario Moderno (PRM), afirmando que el país atraviesa una situación «difícil y deplorable». Según el dirigente, cuando el gobierno del PRM concluya, dejará un legado de «desacreditación» tan profundo que la población «implorará su salida» debido al impacto en el costo de vida y la pérdida de estabilidad y esperanza en el país.
Jiménez Peña resaltó que la inconformidad ciudadana se refleja en una «avalancha de personas» que desean integrarse a la Fuerza del Pueblo. «Nunca habíamos visto un interés tan masivo en juramentarse en nuestra organización», afirmó.
El político subrayó que el gobierno actual ha acumulado una deuda superior a los 40 mil millones de dólares, comprometiendo el 25% del presupuesto del próximo año exclusivamente al pago de intereses. «Este nivel de endeudamiento está asfixiando las finanzas públicas y limitando el desarrollo de obras prioritarias», señaló.
Como ejemplo de la falta de avances en infraestructura, Jiménez Peña mencionó la continuación de la línea del Metro de Santo Domingo hacia Los Alcarrizos, una obra que, según él, ha estado en construcción por más de cuatro años sin una fecha clara de conclusión. «Es un tramo de 5 o 6 kilómetros que debería haberse terminado; sin embargo, los residentes de esa zona siguen esperando por una solución que mejore su transporte», puntualizó.
Finalmente, Jiménez Peña aseveró que el nivel de popularidad del presidente Luis Abinader se encuentra en mínimos históricos, debido a una percepción generalizada de «desencanto» y «desgaste» en la población. Según el dirigente, los resultados de las elecciones pasadas y la supuesta «compra de voluntades» han agravado la situación. «Se ha invertido de manera brutal en la compra de dirigentes de otros partidos; nunca antes se había visto tanto dinero destinado a asegurar apoyos de esa manera», concluyó Jiménez Peña.
Con esta serie de declaraciones, la Fuerza del Pueblo busca capitalizar la disconformidad hacia el gobierno y proyectarse como una alternativa sólida de cara a las próximas elecciones.