Mientras la Cámara de Diputados mantiene bajo lectura los más de 70 artículos que serán modificados del Código Penal, fuera de su entorno persiste la lucha campal entre los sectores que simpatizan con las tres causales (el incesto o violación, malformación del feto, peligro de la vida de la mujer) y los que insisten en la penalización del aborto en sus diferentes manifestaciones.
El pasado sábado las iglesias Católica y Evangélicas dieron una prueba de su fuerza con una caravana que concitó un amplio respaldo de las personas alineadas contra la interrupción del embarazo. Sin embargo, permanece en el entorno del Palacio Nacional los grupos feministas que presionan por las tres causales.
Esta lucha mediática, sin embargo, podría diluirse en el terreno legal, con recursos que podrían encausarse ante el Tribunal Constitucional, que tendrá que pronunciarse sobre el alcance del artículo 37 de la Carta Magna que trata sobre la preservación de la vida “desde la concepción hasta la muerte natural”.
Terreno de juego
El pleito sobre las tres causales no está fácil en la Cámara de Diputados, pues unos 110 diputados no favorecen su despenalización. Pero también, se dice, que en el Senado la posición contra las tres causales está en mayoría. Las presiones de los que favorecen las tres causales se trasladaría al Palacio Nacional en busca de que el presidente Luis Abinader observe un Código Penal sin las tres causales. El Presidente pudiera promulgar el Código Penal y simultáneamente someter la ley especial para despenalizar las tres causales.
