Un italiano fue condenado en primera instancia a cinco meses de prisión y 300 euros de multa por el robo de una berenjena, sentencia que fue reducida en apelación a dos meses de prisión y 120 euros de multa.
Fue absuelto y la alta corte dio razón al acusado, criticó a los tribunales por no tener en cuenta la acusación tan liviana.