Frontera nuestra

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En la frontera siempre hay motivos para la atención y la ocupación. En Jimaní, luego de un incidente que causó la muerte de un haitiano, fue bloqueado el paso entre los dos países con dos camiones que debieron ser removidos por la autoridad dominicana.

La familiaridad del trato entre los que viven a ambos lados de la línea divisoria es a veces la causa de hechos o dificultades que al final tienen que ser enfrentados por las autoridades dominicanas, las únicas operativas en la zona.
Para hacer franqueable el paso fronterizo Jimaní-Malpasse debieron recurrir a la utilización de un equipo mecánico para retirar los obstáculos puestos como forma de protesta.

En Dajabón, en cambio, los habitantes del lado dominicano manifiestan en estos días su preocupación por las extracciones de arena en las riveras del río Masacre, el cual en un tramo de su cauce divide a ambos países.

La extracción de los denominados agregados para la construcción tiene lugar en la línea divisoria, un hecho que, de acuerdo con funcionarios de Medio Ambiente, excede las facultades de las que están investidos para intervenir y evitar la depredación.

Este río provee agua para mojar la tierra de agricultores que han empezado a mostrar preocupación ante las acciones de los haitianos.
La frontera ha sido siempre fuente de preocupaciones.



El Día

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