¿Qué puedo yo decir que no se haya dicho de Freddy? Freddy, así, sin apellidos, por muy respetables que éstos sean.
Que su partida deja un vacío irrellenable, todo el mundo lo sabe.
Que su talento artístico no podrá repetirse, es una verdad unánime.
Que fue un hombre claro, responsable, transparente y humanitario, no hay quien lo discuta ni lo ponga en duda.
Que fue un amigo seguro para sus amigos e intransigente con aquellos que su conciencia no comulgaba, lo demostraba cada día.
Quisiera descubrir siquiera una palabra con alcance suficiente para dedicársela a Freddy, que pueda expresar mi profundo y sincero pesar por su partida, pero no la encuentro. Sus familiares y allegados lo comprenderán.
¡Hasta luego, Freddy!