SANTIAGO.-El maestro Frank Hernández lleva toda una vida dedicada a la enseñanza de la música clásica, con un instrumento que le ha acompañado siempre, el violín, con el cual ha formado destacados músicos, como Caonex Peguero, Darwin Aquino y Aysha Syed.

Hernández está orgulloso de los jóvenes que ha formado y con ellos también su arte llega a todos los escenarios.

De la capital al Cibao

Este capitaleño de nacimiento llegó a la región del Cibao a principios de la década de 1990 por asuntos familiares, y se ha encargado de formar varias generaciones de músicos clásicos que representan el presente y el futuro musical.

Sus inicios como músico

Recuerda que el maestro Pablo Casals lo invitó a tocar una pieza en honor a Juan Bosch, luego de su elección como presidente de la República, piezas musicales que fueron del agrado del mandatario en 1962.

“Yo tenía como 16 años en ese tiempo y al Presidente le gustó como interpreté el minué de Bethoven y de Bach.

Cuando terminé el profesor Casals me preguntó que si quería estudiar música y desde ahí lo demás es historia”, expresa en entrevista exclusiva para ELDÍA.

Don Frank ha recorrido la región del Cibao, tierra a la que llegó por asuntos personales y desde esa fecha se ha establecido en esta zona del país y ha dejado sus huellas a través de sus alumnos, que han “bebido” de la fuente y de los conocimientos musicales que adquirió en Puerto Rico, España y Estados Unidos.

Actualmente es el coordinador general del Sistema Nacional de Orquestas que dirige las 14 provincias de la región, función que comparte con las clases que imparte a esos alumnos en el Centro de la Cultura de Santiago “Ercilia Pepín”.

Don Frank Hernández rememora sus tiempos en la casa materna, que colindaba con el Conservatorio de Musical cerca del convento de Santa Clara, en la Zona Colonial.

Personaje

1 Estudios:
Realizó una maestría en Puerto Rico y así como cuerdas violín, viola y violonchelo.
2 Talento:
Uno de sus más recientes alumnos es Luis Gálvez, un vegano de 15 años.
FRANK HERNÁNDEZ
MÚSICO

*Por Fior D’ Aliza Taveras