Este 9 de marzo se cumplieron 203 años del nacimiento de Francisco del Rosario Sánchez, uno de los grandes hombres de la historia dominicana, en la cual ocupa el sitial de Padre de la Patria.
Su acción es de las más agitadas y controversiales de la historia republicana.
Nació en Santo Domingo, el 9 de marzo de 1817.
Fueron sus padres Narciso Sánchez, tablajero de profesión, y Olaya del Rosario. Siendo muy joven, trabajó como escribiente del Estado Civil.
En su formación intervinieron varias personalidades de la época, incluyendo al cura Gaspar Hernández. Sánchez fue abogado de oficio y se le consideró un exitoso profesional.
Duarte confiaba en él
Sánchez conoció a Juan Pablo Duarte a través de Manuel Jiménez, y se vinculó a La Trinitaria en 1838.
En calidad de trinitario, Duarte depositó en él plena confianza. Por su lucha incansable en pos de una patria libre e independiente, fue reconocido por los demás trinitarios como jefe del movimiento separatista, después de la salida de Duarte al exilio debido a la persecución haitiana.
El accionar de Sánchez se proyectó más allá del ámbito de la ciudad de Santo Domingo, y alcanzó tal relevancia que puede afirmarse que fue el discípulo más avanzado del patricio Juan Pablo Duarte.
Autor del manifiesto
Varios historiadores lo reconocen como autor del manifiesto del 16 de enero de 1844, que constituye el Acta de Separación que puso fin a la dominación haitiana.
Sánchez era autodidacta, lo cual, añadido a sus dotes naturales, le otorgaba la capacidad intelectual para dirigir el movimiento separatista hasta la proclamación de la independencia.
Duarte tuvo que salir del país y Sánchez pasó a la clandestinidad.
En ausencia de Duarte, dirigió los preparativos del movimiento separatista.
El mes de febrero fue decisivo para la agilización de los preparativos que conducirían a la independencia. En reunión celebrada la noche del 24, el grupo de patriotas reconoció lo que era un hecho: la reafirmación de Sánchez como jefe político de los trinitarios.
Entre los presentes en esa reunión estaban Mella, Vicente Celestino Duarte, los hermanos Puello y los hermanos de la Concha, Jacinto y Tomás, Juan Alejandro Acosta y otros. Estos son los que proponen a Sánchez como presidente de la junta gubernativa que fungiría como gobierno después de la separación.
Es significativo señalar que los proponentes, en términos económicos y sociales, eran más acomodados que el propio Sánchez, pero eso no les impidió acatar el liderazgo del patriota y asumirlo como jefe político.
La grandeza y autodeterminación de Sánchez se materializan categóricamente el 27 febrero en la Puerta del Conde. Su eminente figura estuvo siempre presente en todas las acciones encaminadas a la fundación de la república.
En la madrugada del 28 de febrero izó la bandera nacional, símbolo de libertad y redención, y lanzó el grito emancipador de Dios, Patria y Libertad. Quedó proclamada de esta manera la República Dominicana.
Conflictos internos
La Junta Central Gubernativa fue la primera forma de gobierno que regiría la vida republicana. Constituyó un gobierno colegiado, en el cual estaban representados los grupos políticos y sociales que se habían unificado en torno al movimiento trinitario. Proponía una República Dominicana libre e independiente de toda potencia extranjera.
La lucha política dentro de la Junta se inició temprano.
El sector socioeconómico más poderoso logró el control, mientras que Sánchez y Mella preservaban los ideales trinitarios, que eran los mismos del patricio Juan Pablo Duarte.
El sector retardatario y reaccionario se apoderó de la Junta, y maniobró para la ejecución del famoso y funesto Plan Levasseur, dentro de cuyos propósitos estaba colocar la naciente república bajo el protectorado de Francia apelando al argumento del peligro haitiano.
Sánchez, quien había fungido por unas horas como presidente de la Junta Central Gubernativa, fue sustituido por Tomás Bobadilla.
Duarte retorna al país y es recibido como Padre de la Patria. El insigne Francisco del Rosario Sánchez se encontraba entre los que lo recibieron, al igual que fue testigo, gracias a la providencia y a su consagración patriótica, de los momentos más estelares de la vida política dominicana.
Por la Patria
Sánchez protagonizó la proclamación de la república, al izar la bandera que simbolizaba la nación; fue el primer presidente de la Junta Central Gubernativa; asumió la presidencia de la república después de sacar a los reaccionarios del poder por acción y mandato de Juan Pablo Duarte el 9 de junio de 1844.
Sufrió junto a su familia el asesinato de su tía María Trinidad Sánchez y de su hermano Andrés.
Padeció el exilio político en múltiples ocasiones. Fungió como fiscal en el juicio contra Duvergé, absolviéndolo de responsabilidad frente a las imputaciones formuladas.
Con respecto a la anexión, tuvo una posición intransigente y luchó de manera incansable por la soberanía nacional.
Encabezó la expedición armada del Cercado, que iniciaría el movimiento de la regeneración, y durante la cual fue asesinado por Pedro Santana junto a otros veintiún patriotas. Este hecho se recordaría como el Martirio del Cercado en San Juan de la Maguana.
La crueldad de Santana fue terrible, pues ni siquiera tuvo en cuenta que había conocido a Sánchez siendo este niño, cuando acompañaba a su padre a la residencia de Santana en Santo Domingo para negociar ganado.
Es por toda esa historia de sufrimientos y sacrificios que Sánchez ocupa el sitial que la historia le otorga.
En 1875, durante el gobierno de Ignacio María González, se exhumaron los restos del mártir patriota, un 3 de marzo a las diez de la mañana.
Sánchez fue sepultado en la Capilla de los Inmortales en nuestra Catedral Metropolitana, después de haberse celebrado solemnemente las honras correspondientes.
— Figura destacada
Sánchez fue figura clave dentro de los triniarios y el primer presidente de la Junta Central Gubernativa; asumió la presidencia de la república después de sacar a los reaccionarios del poder por acción y mandato de Duarte el 9 de junio de 1844.
*Por ÁLVARO CAAMAÑO